La oferta pública de adquisición (opa) lanzada por BBVA sobre Banco Sabadell se encuentra en su último mes, en medio de un clima de incertidumbre. A medida que se acerca la fecha límite, las condiciones de la oferta permanecen sin cambios.
Esto podría obligar a BBVA a renunciar a un 15% de sus beneficios anuales para asegurar la aceptación de la operación. Carlos Torres, presidente de BBVA, ha afirmado que la oferta es definitiva y no se realizarán mejoras. Sin embargo, el análisis del mercado sugiere que la situación es desfavorable para los accionistas de Sabadell.
La oferta y sus condiciones
BBVA ha propuesto una acción ordinaria de nueva emisión y un pago en efectivo de 0,70 euros por cada 5,5483 acciones de Sabadell. Esta valoración sitúa a Banco Sabadell en aproximadamente 15.300 millones de euros, en contraste con la capitalización bursátil de alrededor de 16.800 millones de euros que mostraba el banco catalán en los últimos días. La diferencia de 1.500 millones de euros, según un informe de Deutsche Bank, es vista como un mínimo necesario para lograr una aceptación del 50% de los derechos de voto en Sabadell.
Incluso si BBVA decide mejorar su oferta, esto podría no ser suficiente. Josep Oliú, presidente de Banco Sabadell, ha indicado que solo considerarían ofertas que incluyan una prima de control de al menos el 30%, lo que elevaría la valoración de la opa a unos 20.000 millones de euros. Las proyecciones de los accionistas de GVC Gaesco también valoran a Banco Sabadell en 19.000 millones de euros, lo que resalta la presión sobre BBVA para ajustar su propuesta.
Reacciones del mercado y análisis financiero
El mercado ha reaccionado con cautela. A pesar de las caídas en el valor de las acciones, tanto BBVA como Banco Sabadell han registrado incrementos similares en sus cotizaciones durante la primera semana de aceptación de la opa. Sin embargo, las expectativas de una mejora en la oferta mantienen a los inversores en un estado de alerta.
Deutsche Bank ha estimado que BBVA tiene margen para mejorar su oferta en hasta 1.500 millones de euros. Este movimiento no solo podría facilitar la obtención del control sobre el 50% de los derechos de voto, sino que también podría ser aceptado por los accionistas de BBVA sin generar una resistencia significativa. Aún así, los accionistas que acepten la oferta actual corren el riesgo de perderse una potencial mejora en una segunda oferta, que podría reflejar las demandas del mercado.
Plazos y futuras decisiones
BBVA tiene un plazo de 10 días hábiles antes del cierre del periodo de aceptación, que finaliza el 7 de octubre. Esto significa que cualquier ajuste en la oferta debe ser presentado a más tardar el 23 de septiembre. La normativa española exige que, si BBVA logra una participación entre el 30% y el 50%, deberá lanzar una nueva opa en efectivo por el total de los derechos de voto no controlados.
En resumen, la opa de BBVA sobre Banco Sabadell se encuentra en un momento crucial. Con condiciones que han sido calificadas como desfavorables por analistas y una presión creciente para realizar mejoras, el desenlace de esta operación podría tener un impacto significativo en el sector bancario español en los próximos años. ¿Qué decisiones tomarán los inversores en esta encrucijada? Solo el tiempo lo dirá.