A medida que el año se acerca a su fin, Cellnex enfrenta un declive del 3% en el IBEX 35. Algunos analistas sugieren que este desempeño podría señalar un cambio potencial al aproximarnos a 2026, un año que se ha denominado el de los dividendos sostenibles.
Según evaluaciones de Deutsche Bank, el gigante de las torres de telecomunicaciones está en camino de iniciar una nueva trayectoria de crecimiento que promete retornos sostenibles para sus accionistas. Existe una palpable anticipación de que la empresa pronto ofrecerá tanto crecimiento fundamental como dividendos tangibles.
Perspectivas futuras y potencial de crecimiento
Los analistas de Deutsche Bank recomiendan una posición de ‘compra’, estableciendo un precio objetivo de 42.5 euros. Esto representa un potencial de revalorización de aproximadamente 44% desde su precio actual de 29.5 euros.
El sentimiento de los inversores se ha visto marcado por la frustración, ya que la sólida ejecución operativa de la compañía aún no se refleja adecuadamente en su precio de acción. Esta desconexión resalta los factores macroeconómicos más amplios que influyen en el mercado, particularmente la caída en los precios de los bonos, que ha impactado negativamente en la percepción general.
Entendiendo las correlaciones del mercado
Si bien es innegable que Cellnex está estrechamente vinculado al panorama macroeconómico, los analistas señalan que la acción no ha reflejado las fluctuaciones positivas típicamente asociadas con el aumento de las tasas de interés. Este comportamiento peculiar del mercado sugiere que podría haber un trasfondo de crecimiento potencial que espera ser desbloqueado.
Deutsche Bank indica que esta relación asimétrica podría beneficiarse de manera significativa para Cellnex. La compañía continúa mostrando un sólido crecimiento orgánico, con un aumento en los ingresos del 6%. Este crecimiento se debe tanto a estrategias de volumen como de precios, junto con un aumento notable en el flujo de caja libre disponible para los accionistas, principalmente por la reducción en los gastos de capital.
Posicionamiento estratégico para dividendos
En el centro de la consecución de un dividendo sostenible se encuentra la expansión del flujo de caja libre para los accionistas (FCFE), que se proyecta que casi se duplicará el próximo año. La actual fase de adquisiciones y desinversiones está llegando a su fin, permitiendo un cambio estratégico hacia una disminución del gasto de capital.
De hecho, los analistas anticipan un gasto de inversión total de solo 700 millones de euros para el próximo año, significativamente menor que los 1.8 mil millones de euros asignados para el año actual. Con estas cifras, Cellnex se está preparando para ofrecer un dividendo real y sostenible a partir de 2026, estimado en un mínimo de 0.7 euros por acción, lo que se traduce en un rendimiento de alrededor del 2.4%.
Recompras de acciones y retornos futuros
En una movida proactiva, Cellnex ya ha ejecutado un programa de recompra de acciones por valor de 800 millones de euros, lo que representa aproximadamente el 4% de su capitalización de mercado. Esta iniciativa demuestra el compromiso de la compañía para devolver valor a sus accionistas y anticipa incluso más recompras en 2026 sin necesidad de ventas de activos.
Deutsche Bank proyecta un retorno potencial de más de 10 mil millones de euros a los accionistas para 2030, que abarca dividendos, recompras y pagos extraordinarios. Estas cifras subrayan la salud financiera y las perspectivas futuras de Cellnex, especialmente a medida que se prepara para un período de monetización y distribución de valor.
Valoración y posicionamiento en el mercado
Según evaluaciones de Deutsche Bank, el gigante de las torres de telecomunicaciones está en camino de iniciar una nueva trayectoria de crecimiento que promete retornos sostenibles para sus accionistas. Existe una palpable anticipación de que la empresa pronto ofrecerá tanto crecimiento fundamental como dividendos tangibles.0
Según evaluaciones de Deutsche Bank, el gigante de las torres de telecomunicaciones está en camino de iniciar una nueva trayectoria de crecimiento que promete retornos sostenibles para sus accionistas. Existe una palpable anticipación de que la empresa pronto ofrecerá tanto crecimiento fundamental como dividendos tangibles.1