Las proyecciones económicas para España indican que, en los años 2025 y 2026, el país se posicionará como un motor de crecimiento en comparación con otras grandes economías europeas. Estas previsiones, respaldadas por organismos económicos de renombre, sugieren un crecimiento significativo del Producto Interior Bruto (PIB), aunque se espera que la tasa de crecimiento empiece a desacelerarse.
Las estimaciones varían, con el Banco de España y la OCDE pronosticando un crecimiento del 2,6%, mientras que BBVA Research eleva la expectativa al 3%. A pesar de la disparidad en las cifras, todos los análisis apuntan a una tendencia general de crecimiento, aunque con diferencias notables entre comunidades autónomas.
Contexto del crecimiento en España
El crecimiento económico de España en los próximos años se desarrollará en un ambiente marcado por la incertidumbre geopolítica y geoeconómica. Esto podría influir en la demanda internacional y, por lo tanto, en las proyecciones de crecimiento interno. La tendencia indica que la demanda interna será el principal motor del crecimiento, especialmente en las comunidades menos dependientes del turismo. Regiones como la Comunidad Valenciana, Galicia y Madrid se anticipan como las más dinámicas en términos de crecimiento del PIB.
Regiones con mayor crecimiento
Según los análisis de BBVA Research, la Comunidad Valenciana liderará el crecimiento en 2026, con una proyección del 2,9%. Este impulso se debe a la recuperación de la inversión tras los estragos causados por la dana. Galicia y Madrid seguirán de cerca, con incrementos del 2,6% y 2,5%, respectivamente. Estas comunidades están menos expuestas a la dependencia del turismo y se beneficiarán de un mercado interno robusto, impulsado por la inversión y la industria.
Las comunidades que han mostrado un desempeño destacado en el pasado reciente, como las Islas Baleares y Canarias, también verán un crecimiento, pero se espera que su ritmo de expansión se ajuste a la media nacional en 2026. Esto se debe a que el crecimiento del turismo, que tradicionalmente ha sido un pilar, comenzará a moderarse.
Factores que influyen en el crecimiento regional
El crecimiento desigual entre regiones se puede atribuir a varios factores. La dependencia de las actividades turísticas, por ejemplo, es un elemento que afecta a comunidades como Baleares y Canarias, que experimentaron un crecimiento del PIB superior al 4% en 2025. Sin embargo, se prevé que en 2026, su crecimiento se estabilice alrededor del 2,2% al 2,3%, alineándose con la media nacional.
Impacto de la inversión y el gasto en defensa
El aumento del gasto en defensa también se considera un catalizador clave para el crecimiento en algunas regiones. Este gasto podría beneficiar especialmente a aquellas con una fuerte base industrial en el sector de la defensa, como Andalucía, Murcia y Galicia. Además, la ejecución de fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) jugará un papel crucial en el crecimiento de comunidades como la Región de Murcia, que se espera crezca un 3,3% en 2025, convirtiéndose en la tercera mayor expansión en el país.
A pesar de estas proyecciones optimistas, algunas comunidades, como Extremadura y Castilla-La Mancha, enfrentarán retos significativos. Se anticipa que estas regiones registren crecimientos modestos, con incrementos de solo 1,8% y 2% respectivamente, debido a su escasa actividad turística y debilidad en el consumo público.
Desafíos a superar para un crecimiento sostenido
A pesar de las perspectivas positivas, España se enfrenta a varios desafíos que podrían limitar el crecimiento. La crisis de la vivienda y la falta de mano de obra cualificada son dos de los obstáculos más destacados. Estos factores podrían frenar la demanda interna, esencial para mantener el impulso económico. Además, el cumplimiento de las obligaciones fiscales comprometidas con Bruselas exigirá un control riguroso del gasto y posiblemente ajustes en la política fiscal.
Mientras que el crecimiento económico en España para 2025 y 2026 muestra señales alentadoras, la realidad es que habrá diferencias notables entre las comunidades autónomas. Aquellas que logren diversificar su economía y reducir su dependencia del turismo tendrán más posibilidades de destacar en este nuevo contexto económico.
