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Deuda pública en España baja hasta el 102,7% del PIB

¿Te has preguntado alguna vez cómo afecta la deuda pública a nuestra economía? Al finalizar abril de 2023, la deuda total de las administraciones públicas en España se situó en 1.663.155 millones de euros, lo que representa un 102,7% del producto interno bruto (PIB).

Aunque esta cifra puede parecer abrumadora, es importante destacar que se refleja una disminución de 2,5 puntos porcentuales en comparación con el mismo mes del año anterior y una baja de 0,8 puntos respecto a marzo de 2023. Esto sugiere que, aunque todavía estamos por encima de lo que se considera saludable, hay un avance en la gestión de la deuda pública.

Desglose de la deuda pública

Según el Banco de España, la ratio de deuda sobre PIB se encuentra 21,4 puntos porcentuales por debajo del máximo histórico de 124,2% alcanzado en marzo de 2021. En términos absolutos, la deuda se redujo en 4.345 millones de euros en comparación con marzo, aunque ha aumentado en 57.012 millones en relación a abril de 2024. ¿Qué significa esto para nosotros?

La mayor parte de la deuda pública está concentrada en la administración central, que acumula 1.514.079 millones de euros, con una reducción de 4.254 millones respecto al mes anterior. Pero no todo son buenas noticias: las comunidades autónomas incrementaron su deuda en 302 millones, alcanzando un total de 338.453 millones. Las corporaciones locales también reportaron un aumento de 156 millones, sumando 23.000 millones, mientras que la deuda de la Seguridad Social se mantuvo estable en 126.174 millones.

En abril, la deuda pública estaba mayoritariamente constituida por valores a largo plazo, que sumaban 1.417.069 millones de euros. El resto se distribuía entre préstamos (165.152 millones), valores a corto plazo (75.543 millones) y efectivo y depósitos (5.391 millones). Significa que, en general, estamos apostando por el futuro, pero ¿es suficiente?

Advertencias del FMI sobre la sostenibilidad fiscal

Recientemente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha lanzado una alerta: instó a los países de la eurozona con espacio fiscal limitado y alta deuda, como España, a implementar “ajustes significativos” en sus presupuestos. Esta recomendación surge en un contexto de crecientes presiones de gasto relacionadas con la seguridad, la defensa y el envejecimiento de la población. ¿Estamos preparados para afrontar estos cambios?

El FMI enfatiza que, para aquellos países con una elevada deuda y un espacio fiscal restringido, son necesarios ajustes fiscales importantes para mitigar los riesgos económicos. En su informe, el organismo global pidió a las naciones de la zona euro, salvo Alemania, lograr un superávit estructural primario del 1,4% del PIB para el año 2030, lo que implica una reducción acumulada del déficit de cerca de dos puntos porcentuales durante el período 2024-2030. ¿Es viable esta meta?

El informe subraya que la consolidación fiscal ordenada es vital para mantener la sostenibilidad fiscal y manejar las presiones de gasto derivadas del envejecimiento poblacional y el aumento del gasto en seguridad. Sin embargo, también reconoce las complejidades de estas decisiones en un entorno de gastos que crecen más rápido de lo esperado. ¿Dónde se encuentra el equilibrio?

Implicaciones para el futuro

El organismo estima que las presiones provenientes de los mayores costos de los intereses, el envejecimiento de la población, la transición climática y la seguridad energética podrían alcanzar un 4,4% del PIB anualmente para las economías de la eurozona hacia 2050. Este contexto plantea desafíos significativos para los gobiernos europeos que buscan aumentar el gasto en defensa y otros sectores críticos. ¿Cómo responderán?

Por lo tanto, el FMI exhorta a los responsables políticos a evaluar el impacto de sus decisiones sobre la sostenibilidad de la deuda pública y a desarrollar estrategias que permitan estabilizar o reducir la deuda a medio plazo. Los próximos meses serán cruciales para determinar cómo España y otros países de la eurozona manejan sus finanzas públicas en un entorno de creciente presión económica. ¿Estás listo para seguir esta evolución?