La producción industrial en China experimentó un crecimiento del 5,8% en mayo, cifra que refleja una desaceleración en comparación con el mes anterior. Este dato se presenta como un indicativo de que, a pesar de la tregua comercial alcanzada con Estados Unidos, la economía china sigue enfrentando retos significativos.
La Oficina Nacional de Estadística (ONE) publicó este dato, que se sitúa por debajo de las expectativas de los analistas, quienes anticipaban un crecimiento del 5,9% para el mismo periodo. Este contexto invita a reflexionar sobre las dinámicas actuales de la economía china y su interacción con el comercio internacional.
Producción industrial y demanda externa
Los analistas han identificado la disminución de la demanda externa como un factor clave en este estancamiento. Zichun Huang, de Capital Economics, subraya que, a pesar de la tregua comercial, las exportaciones industriales han estado en caída, lo que ha afectado la producción general. Es interesante notar que, dentro de los sectores analizados, la manufactura fue el que más destacó, con un incremento del 6,2%, superando al sector minero y al de servicios eléctricos, que crecieron un 5,7% y un 2,2% respectivamente.
Innovaciones tecnológicas en la industria
Un dato relevante que destaca la resiliencia del sector manufacturero es el notable aumento en la producción de bienes tecnológicos. Por ejemplo, la producción de impresoras 3D creció un 40%, mientras que los robots industriales y los vehículos eléctricos mostraron incrementos del 35,5% y 31,7%, respectivamente. Estas cifras sugieren que, a pesar de la desaceleración general, hay áreas de innovación que están impulsando el crecimiento y podrían ser claves para el futuro de la economía china. Además, la acumulación de un crecimiento del 6,3% en lo que va del año 2025 indica que, aunque hay desafíos, hay sectores que se están adaptando y evolucionando.
Consumo y ventas al por menor
Otro indicador que merece atención es el de las ventas al por menor, que se incrementaron del 5,1% en abril al 6,4% en mayo, superando las expectativas de los analistas, quienes pronosticaban una caída. Este aumento se ha atribuido, en parte, a un amplio plan de renovación del gobierno chino que ha incentivado el gasto de los consumidores. Esto refleja una mejora en la confianza de los hogares, que se sienten más cómodos a la hora de realizar compras, gracias a la reducción de la ansiedad provocada por la guerra comercial.
Inversión y desempleo
En contraste con los indicadores positivos anteriores, la inversión en activos fijos ha disminuido, situándose en un 3,7% en los primeros cinco meses del año, lo que representa una caída respecto al 4% del primer trimestre. Este descenso es preocupante y refleja las tensiones que enfrenta el sector inmobiliario, con una caída del 10,7% en la inversión orientada a la promoción inmobiliaria. A pesar de esto, la tasa de desempleo en áreas urbanas ha mostrado un ligero descenso, lo que podría sugerir una estabilidad relativa en el mercado laboral.
Perspectivas futuras
Las proyecciones para el resto del año sugieren que la economía china podría seguir enfrentando un enfriamiento, con estimaciones que la sitúan en un crecimiento del 3,5%. Factores como los aranceles elevados, la desaceleración del apoyo fiscal y la crisis del sector inmobiliario son elementos que podrían impactar de manera significativa en el crecimiento económico. La situación actual requiere un seguimiento cercano, así como la implementación de estrategias efectivas para asegurar un crecimiento sostenible en el futuro.