Las remesas enviadas desde Estados Unidos hacia México están en la mira de un nuevo impuesto del 3,5%, lo que podría transformar radicalmente el panorama financiero para millones de mexicanos. Este tributo, que actualmente se discute en el Congreso estadounidense, podría llevar a muchos a buscar alternativas más económicas y eficientes, como las criptomonedas y plataformas de tecnología financiera.
La situación es inquietante, especialmente si consideramos que el envío de remesas es una fuente vital de ingresos para muchas familias mexicanas.
El auge de las criptomonedas como alternativa
En 2024, el uso de criptomonedas para el envío de remesas a México creció un 40%. Esto, según un estudio de la plataforma MEXC, sugiere que la gente está buscando formas de evadir el nuevo impuesto. Jesús Carreño, especialista en operaciones en Latinoamérica, destaca que este impuesto representa una oportunidad crucial para que las criptomonedas se consoliden como una opción viable y cotidiana para el envío de dinero. Sin duda, el mundo de las criptodivisas ha encontrado su momento de brillar, y no es solo una moda pasajera.
Un impacto económico significativo
Las remesas a México alcanzaron los 64,745 millones de dólares en 2024, lo que representa el 3,5% del PIB nacional. Esto significa que cualquier cambio en la dinámica de envío de dinero podría tener repercusiones severas en la economía local. A medida que el nuevo impuesto se discute, es esencial observar cómo los diferentes estados, especialmente aquellos que dependen significativamente de estas remesas, se adaptan a la nueva realidad. Un análisis del CEMLA señala que ciertas entidades con menor ingreso per cápita dependen aún más de este flujo de dinero.
Alternativas al sistema tradicional
Frente a la posibilidad de un aumento en los costos de envío, las alternativas al sistema financiero tradicional están surgiendo con fuerza. Algunas personas están volviendo a métodos más antiguos, como transportar efectivo, mientras que las aplicaciones de tecnología financiera y criptomonedas ofrecen soluciones más modernas. Valeria Moy, directora del IMCO, menciona que hay una variedad de aplicaciones que facilitan transacciones rápidas y económicas, lo que aumenta la competitividad en este sector.
Costo del envío de remesas
Un informe de BBVA Research señala que el costo promedio para enviar 350 dólares a México es de casi 6 dólares. Sin embargo, la introducción de un impuesto del 5% incrementaría este costo a 23,50 dólares. Esto, evidentemente, cuadruplica el costo actual, lo que podría hacer que muchos opten por soluciones alternativas, como el uso de criptomonedas, que ofrecen tarifas mucho más competitivas. En este contexto, las stablecoins, como USDT y USDC, se presentan como opciones atractivas, permitiendo transferencias internacionales más económicas y directas.
Los riesgos de las alternativas informales
No todo es color de rosa, sin embargo. Existen alternativas informales que podrían proliferar si el nuevo impuesto se implementa, incluidas opciones ilegales. Durante la década de los ochenta, muchos optaban por remesadores que llevaban dinero a cambio de una comisión, y esta tendencia podría resurgir. BBVA también menciona la compra de productos en línea desde Estados Unidos, pagados y entregados directamente en México, como una de las soluciones creativas que podrían surgir en respuesta al nuevo impuesto.
La relación entre migrantes y el sistema fiscal
Los migrantes mexicanos ya contribuyen al sistema fiscal de Estados Unidos, pagando impuestos sobre sus ingresos, incluso sin un estatus migratorio regular. La imposición de este impuesto podría fracturar la relación financiera que tienen con sus familias en México. Es un tema delicado, ya que las remesas no solo son un soporte económico, sino también un vínculo emocional entre generaciones. ¿Cómo se verá afectada esta conexión si el costo de enviar dinero se vuelve exorbitante?
En definitiva, el futuro de las remesas y el uso de criptomonedas en México es un tema de gran relevancia. Mientras muchos buscan alternativas viables para evitar el impacto de un nuevo impuesto, la innovación en el sector financiero podría abrir nuevas puertas y redefinir cómo se envían los recursos entre los dos países. Y como se dice, «a río revuelto, ganancia de pescadores»; cada desafío trae consigo una oportunidad de transformación.