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El impacto de la Superliga en el fútbol español y europeo

La reciente intervención de Javier Tebas, presidente de LALIGA, en el Congreso de los Diputados ha desatado un torrente de reacciones en el mundo del fútbol. Sus afirmaciones sobre la Superliga no solo son contundentes, sino que también presentan un panorama preocupante para el futuro financiero de los clubes españoles.

Asegura que este nuevo formato podría generar una pérdida de ingresos de 1.100 millones de euros para la industria del fútbol en España. Pero, ¿qué significa esto realmente para los aficionados y los clubes?

La industria del fútbol: un gigante en peligro

Según Tebas, el fútbol europeo ha sido un modelo de éxito que ha crecido de manera constante durante más de 25 años. Representa un 1,4% del PIB español y genera alrededor de 168.000 empleos, directos e indirectos. Sin embargo, con la llegada de la Superliga, este ecosistema podría tambalearse. El presidente advirtió sobre la falta de transparencia del proyecto, liderado por figuras como Florentino Pérez, y cómo esto podría desestabilizar la competitividad que tanto caracteriza a las ligas nacionales. Y es que, cuando se trata de deportes, la competitividad es el alma de la fiesta. ¿Quién no recuerda esos partidos épicos en los que cualquier equipo podía dar la sorpresa?

Las cifras que preocupan

Según un estudio de KPMG, el impacto de la Superliga en el fútbol español sería devastador. No solo se habla de una reducción de ingresos de 1.100 millones de euros, sino también de una disminución del valor de los clubes en un 30,34% si la liga se jugará los fines de semana. Y si se llevara a cabo durante la semana, la caída podría alcanzar el 45%. Imaginen la pérdida de talento y oportunidades para los jóvenes futbolistas en un escenario así. Es un tema delicado, que realmente me hace reflexionar sobre el futuro del deporte que amamos.

Una mirada a la gobernanza del fútbol europeo

Durante su exposición, Tebas también destacó que las ligas nacionales tienen el respaldo de Europa. Recordó cómo una resolución de 26 de los 27 estados miembros de la UE (menos España) apoyó que el acceso a competiciones europeas debe basarse en el rendimiento en las ligas nacionales. Esto pone de manifiesto la importancia de mantener una estructura sólida y competitiva, donde todos los equipos tengan la oportunidad de brillar, no solo unos pocos elegidos. Es un dilema que muchos aficionados se han planteado: ¿realmente queremos un fútbol dominado por unos pocos clubes que monopolizan el éxito?

El ecosistema del fútbol en riesgo

El presidente de LALIGA subrayó que el fútbol europeo no es solo una serie de grandes clubes. Hay más de 40 ligas y casi 70.000 jugadores profesionales que dependen de un sistema que fomenta la competencia y la diversidad. La Superliga, tal como se plantea, podría poner en riesgo este ecosistema, afectando a millones de aficionados y a la estructura del deporte en general. Me pregunto, ¿realmente vale la pena sacrificar tanto por la búsqueda de un modelo elitista que excluye a gran parte del continente?

En mi opinión, el fútbol debería ser un reflejo de la sociedad, con oportunidades para todos, no solo para unos pocos privilegiados. Al final del día, recordamos los momentos de alegría y emoción que nos brinda el fútbol, esos que surgen de la competencia y la pasión. Así que, ¿qué futuro queremos construir para nuestro querido deporte?