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El movimiento global por un impuesto a la riqueza liderado por Gabriel Zucman

En el corazón de París, se está gestando una iniciativa significativa bajo la dirección del economista Gabriel Zucman. Este movimiento se centra en la propuesta de un impuesto global a los ultra-ricos, dirigido específicamente a los multimillonarios, con el objetivo de que contribuyan al menos un 2% de su riqueza cada año.

Aunque la Escuela de Economía de París (PSE) no cuenta con los mismos recursos financieros que instituciones prestigiosas como Harvard, se ha convertido en una plataforma clave para las discusiones sobre la desigualdad económica y la fiscalidad.

Fundada en 2006, la PSE ha ganado rápidamente prominencia, en parte gracias a la influencia de sus figuras más destacadas. Entre ellas se encuentra Esther Duflo, economista ganadora del Premio Nobel, quien recientemente regresó a sus raíces desde Harvard, y Thomas Piketty, cuyas investigaciones sobre la desigualdad han transformado el discurso económico. Zucman, quien estudió bajo la tutela de Piketty, se ha convertido en una voz destacada en la defensa de un impuesto integral sobre la riqueza, un concepto que ha cobrado fuerza en los últimos años.

La conferencia sobre el impuesto global a la riqueza

En abril, Zucman organizó una conferencia en la PSE, reuniendo a un grupo diverso de interesados, incluidos economistas, representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y funcionarios de varios gobiernos. El objetivo era claro: abordar la apremiante cuestión de la disparidad fiscal, donde los individuos más ricos a menudo pagan una tasa impositiva más baja que el ciudadano promedio. La atmósfera estaba cargada de entusiasmo, especialmente entre los estudiantes de la PSE, quienes se involucraron activamente en las discusiones, atraídos por la promesa de refrigerios de calidad.

Contexto histórico de la desigualdad fiscal

Históricamente, el tema de la fiscalidad sobre la riqueza tiene profundas raíces, con Helen Tarasov como coautora de un informe significativo en 1941 titulado ¿Quién paga los impuestos?. Avanzando hasta hoy, la conversación ha evolucionado, revelando verdades sorprendentes sobre las prácticas financieras de los multimillonarios. Como señaló Lucas Chancel de Sciences Po durante la conferencia, a pesar de su visibilidad, las contribuciones financieras de los ultra-ricos a menudo están oscurecidas en las estadísticas públicas. Muchos multimillonarios obtienen su riqueza de inversiones en lugar de un empleo tradicional, lo que conlleva a obligaciones fiscales mínimas.

Mapeando la riqueza de los multimillonarios

Para abordar eficazmente este desafío fiscal, Zucman, Piketty y su colaborador Emmanuel Saez han emprendido desde 2018 la misión de crear una base de datos integral sobre la desigualdad. Este ambicioso proyecto combina diversas fuentes de datos, incluidos registros de accionistas, declaraciones de impuestos sobre la renta y actividades corporativas internacionales, para ofrecer una imagen más clara de la distribución de la riqueza. Sus hallazgos han demostrado consistentemente que los multimillonarios poseen más riqueza de la que se estimaba anteriormente, con una notable concentración de recursos en países como Sudáfrica, donde el 1% más rico controla más del 55% de la riqueza nacional.

Patrones globales de evasión fiscal

La conferencia presentó estudios de caso de países como Brasil, los Países Bajos y Estados Unidos, revelando un hilo común: los súper ricos pagan impuestos desproporcionadamente más bajos que los ciudadanos comunes. Por ejemplo, el análisis de Zucman sobre el sistema fiscal de EE. UU. indicó que, mientras la tasa impositiva efectiva promedio se situó en un 30.7% entre 2018 y 2020, los 100 estadounidenses más ricos pagaron solo alrededor del 20%. Esta disparidad no es un fenómeno nuevo; como anotó Warren Buffett en 2012, incluso las personas más ricas a menudo pagan menos que sus secretarias.

Además, la evasión fiscal se extiende más allá del impuesto sobre la renta, infiltrándose en los impuestos sobre herencias. Zucman señaló que en EE. UU., la tasa efectiva del impuesto sobre herencias para los herederos es solo del 7%, en marcado contraste con la tasa legal del 40%. Una situación similar se presenta en el Reino Unido, donde las lagunas legales permiten a los ricos minimizar sus obligaciones fiscales.

Propuestas para un impuesto global a la riqueza

En vista de estos hallazgos, Zucman ha propuesto un marco donde cada multimillonario contribuiría con un impuesto anual equivalente a al menos el 2% de su riqueza total. Enfatiza que esta cifra nivelaría el campo de juego, asegurando que los multimillonarios paguen la misma tasa que los ciudadanos promedio. Si una persona ya paga el 2% a través de impuestos sobre la renta existentes, no se requeriría ningún pago adicional. Sin embargo, aquellos que no alcancen este umbral podrían estar sujetos a impuestos adicionales de cualquier país en el que operen.

Esta iniciativa no es simplemente un cambio radical; es un enfoque calculado basado en intentos anteriores de fiscalidad sobre la riqueza en Europa. Al establecer un umbral que exime a individuos con un patrimonio neto por debajo de 4.8 millones de euros, Zucman busca evitar la alienación de la población en general. A pesar de su modestia, algunos críticos argumentan que un mero 2% no reduciría significativamente la desigualdad, dada la rápida acumulación de riqueza por parte de los multimillonarios.

De manera alentadora, la Unión Europea ha mostrado apoyo a la investigación de Zucman, culminando en un momento clave el año pasado cuando Brasil lo invitó a presentar su propuesta en una reunión del G20. Esto llevó a una declaración colaborativa entre los países participantes, enfatizando la necesidad de una fiscalidad efectiva para los individuos de ultra alto patrimonio.

Fundada en 2006, la PSE ha ganado rápidamente prominencia, en parte gracias a la influencia de sus figuras más destacadas. Entre ellas se encuentra Esther Duflo, economista ganadora del Premio Nobel, quien recientemente regresó a sus raíces desde Harvard, y Thomas Piketty, cuyas investigaciones sobre la desigualdad han transformado el discurso económico. Zucman, quien estudió bajo la tutela de Piketty, se ha convertido en una voz destacada en la defensa de un impuesto integral sobre la riqueza, un concepto que ha cobrado fuerza en los últimos años.0