La agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) ha elevado la calificación de la deuda de España de A a A+. Este cambio refleja el sólido crecimiento económico del país y la mejora en su posición financiera. AGGIORNAMENTO ORE 14:30 Este anuncio se produce seis años después de la última revisión de la calificación y llega en un momento en que España muestra una notable resiliencia frente a las dificultades económicas que enfrentan muchos de sus vecinos europeos.
Detalles de la mejora en la calificación
La mejora en la calificación crediticia se basa en varios factores clave. Según el informe de S&P, el balance exterior de España ha mejorado significativamente, impulsado por el desapalancamiento del sector privado y un aumento en las tasas de ahorro. Además, la agencia destaca el éxito de las exportaciones españolas, que han mantenido una exposición limitada a los aranceles impuestos por Estados Unidos en el último año. ¿Cómo ha logrado España diversificar su economía? Este enfoque ha permitido reducir la dependencia del turismo y enfocarse en sectores de alto valor añadido, como tecnología y servicios empresariales.
La previsión de crecimiento para el PIB español es optimista, con un incremento del 2.6% para este año, triplicando el crecimiento proyectado para la eurozona. Este dinamismo se ve respaldado por la llegada de mano de obra extranjera y una reforma laboral que ha hecho más accesible el empleo estable.
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha celebrado esta mejora en redes sociales, atribuyéndola a un trabajo bien hecho y a políticas económicas efectivas que han permitido abaratar los costes de financiación del país. Sin embargo, también advierte sobre la necesidad de seguir trabajando para mejorar la situación fiscal de España.
Desafíos y advertencias de S&P
A pesar de la buena noticia, S&P ha señalado que la situación fiscal de España sigue siendo un punto débil. La deuda pública, aunque ha disminuido desde su pico del 120% durante la crisis del Covid, todavía se encuentra en torno al 100% y se proyecta que se mantendrá en un nivel elevado en los próximos años. S&P advierte que la reducción del déficit ha sido modesta en comparación con otros países de la región, lo que plantea riesgos para la sostenibilidad fiscal futura.
La agencia también menciona la fragilidad política del gobierno actual como un factor que podría dificultar la implementación de políticas fiscales más decisivas. La coalición gobernante ha enfrentado desafíos significativos, incluida la incapacidad para aprobar presupuestos en el pasado reciente. ¿Puede España manejar su economía de manera efectiva en este contexto?
Además, la dependencia del crecimiento económico para aumentar los ingresos públicos, sin medidas fiscales adicionales, podría comprometer la estabilidad a largo plazo. La relación entre ingresos y gastos públicos es un aspecto que S&P seguirá de cerca, y cualquier desviación significativa podría resultar en una rebaja de la calificación en el futuro.
El impacto en el panorama internacional
La mejora en la calificación crediticia no solo beneficia a España en términos de confianza de los inversores, sino que también la coloca en una posición más favorable en comparación con sus vecinos. La prima de riesgo para España ha disminuido, cerrando recientemente en 57 puntos básicos, lo que indica una percepción más positiva en los mercados internacionales. En contraste, países como Francia han enfrentado aumentos en su prima de riesgo debido a inestabilidades políticas internas.
El informe de S&P también destaca que la rápida recuperación de España en términos de superávit por cuenta corriente es un indicativo de su resiliencia económica. Con el tiempo, se espera que la inversión aumente, especialmente con la utilización de fondos europeos que se esperan activar en los próximos años. Sin embargo, la agencia advierte que completar la implementación de estas ayudas será un desafío que el gobierno deberá enfrentar, especialmente en un contexto de incertidumbres políticas y económicas.
En resumen, la mejora en la calificación crediticia de España es un reconocimiento a su crecimiento económico y a su capacidad para gestionar sus finanzas. Sin embargo, no está exenta de desafíos que podrían afectar su futuro a mediano y largo plazo. La vigilancia sobre la situación fiscal y política del país será crucial para mantener esta tendencia positiva.