Este lunes, las acciones de las principales compañías eléctricas en España están en el ojo del huracán. ¿La razón? Una propuesta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que ha caído como un balde de agua fría en el sector.
Se trata de una nueva tasa de retribución financiera para las redes de distribución y transporte de electricidad, válida para el periodo 2026-2031, y que no ha cumplido con las expectativas de los inversores. Las reacciones han sido inmediatas, reflejando un clima de preocupación palpable en el mercado.
La propuesta de la CNMC y las reacciones del mercado
La CNMC, bajo el liderazgo de Cani Fernández, ha puesto sobre la mesa una propuesta de modificación de la tasa de retribución financiera (TRF) y la metodología de retribución para la distribución eléctrica. La propuesta sugiere fijar la TRF en un 6,46% para los próximos seis años, un aumento respecto al 5,58%% actual, pero muy por debajo del 7-7,5%% que el sector había solicitado. ¿Qué impacto ha tenido esto? Las acciones de Endesa han caído un 2,26%, alcanzando los 26,44 euros por acción.
Otras compañías tampoco se han salvado del golpe; Redeia, la matriz de Red Eléctrica de España, ha visto caer su valor en un 1,29%, mientras que Naturgy e Iberdrola han experimentado descensos del 1,09% y 0,91%%, respectivamente. Un informe del Banco Sabadell señala que esta noticia es particularmente negativa para las empresas con alta exposición a negocios regulados, como Redeia y Endesa, lo que ha llevado a una revisión pesimista de sus valoraciones a corto plazo.
El impacto en la inversión y el futuro del sector eléctrico
Los analistas de diferentes entidades financieras están alarmados por la falta de incentivos para aumentar la inversión en redes eléctricas. Señalan que, con la TRF propuesta, España podría quedar rezagada en comparación con otros países europeos. Goldman Sachs ha enfatizado que la tasa final debe reflejar la urgente necesidad de modernizar las redes eléctricas de nuestro país, sugiriendo que podría haber mejoras en la remuneración total.
Por otro lado, analistas de UBS han advertido que la tasa planteada por el regulador, considerando una inflación del 2%, se traduce en un 4,46%% en términos reales, lo que es inferior a las tasas de naciones como el Reino Unido e Italia. Esto podría hacer que el mercado español pierda atractivo para los inversores. Además, CaixaBank ha alertado sobre el riesgo de que esta propuesta no logre impulsar la inversión necesaria para cumplir con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
Escenarios de inversión y retribución
La CNMC ha presentado dos escenarios en su propuesta. En el primero, asumiendo que la base regulatoria de activos se mantiene constante, se prevé que las inversiones en transporte alcancen los 2.933 millones de euros y en distribución eléctrica 9.961 millones de euros durante el periodo 2026-2031. Este escenario implicaría un aumento de la retribución anual de aproximadamente 297 millones de euros, lo que representa un 4,4%% de la retribución total de ambas actividades.
El segundo escenario considera las inversiones ejecutadas y futuras declaradas al organismo. En este caso, la CNMC estima que la inversión anual promedio en redes podría ascender a 4.255 millones de euros, el doble de la inversión realizada entre 2018 y 2023. Este aumento en la TRF podría resultar en una retribución estimada de 301 millones de euros en 2026, creciendo hasta 408 millones en 2031. Esto resalta la importancia de definir una tasa que incentive adecuadamente las inversiones en el sector eléctrico.