La inflación en España se ha situado en un 2,7% durante agosto, cifra que iguala la registrada en julio. Este dato, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), es relevante. Se mantiene dentro de la senda de convergencia hacia el objetivo del Banco Central Europeo.
A pesar de esta estabilidad, se observa un cambio en la tendencia en comparación a meses previos.
Estabilidad en los precios y sus implicaciones
El IPC ha mostrado una notable estabilidad en agosto, tras dos meses consecutivos de aumento. En junio, la inflación alcanzó un 2,3%, y en julio subió al 2,7%. Esta estabilización es importante, ya que meses anteriores habían presentado una tendencia a la baja, con cifras de 2,3% en marzo, 2,2% en abril y 2% en mayo. Sin embargo, aún se encuentra lejos del mínimo histórico de septiembre de 2024, que fue del 1,5%.
Un factor clave en esta estabilidad ha sido el comportamiento de los precios de la electricidad. En agosto, estos precios se mantuvieron estables, lo que compensó el aumento en los precios de los carburantes. El grupo del transporte, que incluye los carburantes, mostró un aumento anual del 1,2%, impulsado por la menor reducción en los precios de estos productos y un incremento en el coste del transporte aéreo.
Por el contrario, otros grupos como la vivienda han influido de manera negativa. La tasa anual cayó siete décimas hasta situarse en el 6%, debido al mantenimiento de los precios de la electricidad en comparación con el año anterior. En el sector alimenticio, la tasa de inflación se vio afectada, registrando un 2,3%, cuatro décimas menos que en julio.
Los cambios en los precios de los alimentos
En el ámbito alimentario, el incremento de precios fue variado. El IPC de los alimentos se situó en el 2,4%, con una disminución en la tasa interanual. Los productos que más bajaron en agosto fueron el aceite de oliva, que se redujo un 43,7% respecto al mismo mes del año anterior, aunque en comparación mensual solo disminuyó un 0,5%. Desde enero de 2021, el aceite de oliva ha acumulado un aumento significativo del 52,4%.
Otros alimentos que experimentaron una baja en su precio fueron el azúcar, las patatas y el yogur, mientras que los que más aumentaron incluyeron el café, otros aceites comestibles y la carne de vacuno. Este comportamiento de los precios resalta la volatilidad en el sector alimenticio, lo que puede afectar directamente el presupuesto familiar.
Variaciones regionales en la inflación
Durante agosto, seis comunidades autónomas reportaron una inflación superior a la media nacional del 2,7%. Baleares y la Comunidad Valenciana destacaron con un 3,2%, seguidas de Asturias con un 3,1% y Madrid con un 2,9%. Por otro lado, las comunidades con menor inflación fueron La Rioja y Murcia, ambas con un 2,1%.
El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) también se mantuvo en un 2,7%, reflejando estabilidad en la variación anual. Según el Ministerio de Economía, esta estabilidad en la inflación, combinada con el aumento de los salarios, permite que las familias vayan recuperando su poder adquisitivo de forma progresiva. Esto sugiere que, a pesar de los retos económicos, hay indicios de una recuperación en la capacidad de compra de los consumidores.