Junts ha expresado su oposición a la reciente propuesta de recorte de la jornada laboral que presentó la vicepresidenta Yolanda Díaz. Consideran que esta medida es incompatible con los principios del Estado de Bienestar. La formación política, liderada por Carles Puigdemont, ha reafirmado su postura al mantener su enmienda a la totalidad de esta norma, que consideran perjudicial para todos los trabajadores, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (pymes).
La crítica de Junts y su posición firme
Desde Junts argumentan que el intento del Gobierno de implementar esta medida sin el consenso de los agentes sociales ni el apoyo de otros grupos parlamentarios es un fracaso previsible. Su crítica se centra en que, a diferencia de lo que sostiene la ministra de Trabajo, esta propuesta no solo no beneficiará a los trabajadores, sino que también pondrá en riesgo la estabilidad económica de gran parte del tejido empresarial, especialmente de las pymes y los autónomos.
Los dirigentes de Junts han calificado esta medida como “incompatible” con el Estado de Bienestar. Señalan que su impacto negativo podría ser devastador para aquellos que ya enfrentan desafíos económicos, debido a decisiones políticas previas como el aumento del salario mínimo y otros costos laborales. La preocupación radica en que estas decisiones han incrementado la carga económica sobre las pequeñas empresas, que operan con márgenes de ganancia muy ajustados.
Impacto en el tejido empresarial
La realidad del mercado laboral en España indica que la reducción de la jornada laboral podría agravar aún más la situación de sectores ya golpeados, como la agricultura y el comercio minorista. Junts destaca que el cierre de empresas en estos sectores está relacionado directamente con el aumento de los costos laborales y la presión inflacionaria. Esta situación se ha intensificado por el incremento de la factura energética y los costos de insumos básicos.
El rechazo a la medida es transversal, con representantes de distintos sectores expresando su desaprobación. Hasta ahora, solo las centrales sindicales CCOO y UGT han manifestado su apoyo a la propuesta, lo que ha llevado a Junts a cuestionar la legitimidad y viabilidad de la misma. La falta de consenso y el descontento generalizado sugieren que el camino hacia la implementación de esta norma podría ser complicado y lleno de obstáculos.
Reacciones y futuro del proyecto
La vicepresidenta Yolanda Díaz ha respondido a las críticas dirigiendo su atención hacia el Partido Popular, mientras que los líderes de Junts mantienen su línea de oposición. La tensión política se intensifica, y se anuncian movilizaciones por parte de los sindicatos para presionar a los partidos que se oponen a la reducción de la jornada laboral.
El futuro de esta propuesta laboral sigue en el aire. Junts y otros partidos de la oposición están determinados a desafiar lo que consideran una imposición del Gobierno. Con cada desarrollo, la situación se vuelve más crítica, y los próximos días serán cruciales para el desenlace de esta polémica medida, que promete generar un intenso debate en el ámbito político y social.