Menu

Keir Starmer remodela su gobierno tras la renuncia de Angela Rayner

El primer ministro británico, Keir Starmer, ha llevado a cabo una importante reestructuración de su gabinete tras la dimisión de su vice primera ministra, Angela Rayner, hoy, en un intento por recuperar el control y la iniciativa del gobierno. Este movimiento se produce apenas 14 meses después de que Starmer lograra la mayoría absoluta en las elecciones.

Rayner, quien ocupaba un papel clave dentro del Partido Laborista, renunció debido a un error fiscal relacionado con el pago de impuestos en la compra de su vivienda.

Dimisión de Angela Rayner y su impacto

La salida de Angela Rayner comenzó a anticiparse desde el miércoles, cuando admitió haber pagado 40.000 libras menos del impuesto sobre el timbre en la compra de una propiedad en Hove, por un valor de 800.000 libras. El informe del asesor ético del gobierno británico concluyó que su acción rompió el código ministerial, aunque se reconoció que actuó con integridad. La situación ha acentuado la presión sobre Starmer, quien no pudo prever si destituiría a Rayner por este incumplimiento.

Rayner no solo era considerada la mano derecha de Starmer, sino que además representa el ala más progresista del Partido Laborista. Su renuncia ha generado un vacío en la dirección del partido, que ahora enfrenta múltiples desafíos, incluyendo la creciente popularidad de Reform UK, un partido de derecha que ha comenzado a captar la atención de los votantes y que representa una amenaza significativa para el gobierno laborista.

Reestructuración del gabinete laborista

En respuesta a esta crisis, Starmer ha anunciado una serie de 12 nombramientos en su gabinete, buscando restaurar la autoridad del partido y mejorar la percepción pública. En este contexto, la ministra de Hacienda, Rachel Reeves, se mantiene como una figura clave, trabajando en la elaboración de un presupuesto que se presentará el próximo 26 de noviembre, el cual incluirá ajustes significativos en la economía del país.

El cambio más notable es la designación de Shabana Mahmood como ministra del Interior, quien tomará un enfoque más firme en temas de inmigración. Esta decisión se considera un intento directo de contrarrestar la narrativa de Reform UK, que ha capitalizado la preocupación de los ciudadanos sobre la inmigración, un tema que se ha vuelto central en el debate político británico.

Consecuencias políticas y perspectivas futuras

Las encuestas indican que la popularidad del gobierno británico ha caído, con apenas un 11% de aprobación. Reform UK, liderado por Nigel Farage, ha superado a los laboristas en las intenciones de voto, lo que ha llevado a Starmer a tomar decisiones audaces en su gabinete para recuperar la confianza pública. Además, enfrenta desafíos internos con la aparición de un nuevo partido por el ex líder laborista Jeremy Corbyn.

El futuro del Partido Laborista depende de la capacidad de Starmer para navegar esta crisis y estabilizar su gobierno. La remodelación del gabinete es solo el primer paso en un largo camino hacia la recuperación de la credibilidad y la autoridad política en un contexto cada vez más competitivo.