En España, el cumplimiento de las obligaciones tributarias puede resultar complejo para los autónomos, especialmente debido a la variedad de modelos fiscales que deben presentar ante la Agencia Tributaria. Entre estos modelos destaca el 390, un documento que tiene un papel esencial en la liquidación del IVA al cierre del ejercicio. Comprender su función, diferencia respecto a otros modelos, y su relevancia dentro del calendario fiscal anual, puede marcar la diferencia en el correcto cumplimiento de las responsabilidades fiscales.
A lo largo del año, los trabajadores por cuenta propia deben presentar diferentes declaraciones que resumen su actividad económica. Sin embargo, cada modelo tiene una función específica. En este contexto, el modelo 390 actúa como una declaración informativa que complementa otras liquidaciones periódicas, aportando una visión consolidada de todo el año. Para quienes desean desarrollar su actividad sin sobresaltos fiscales, conocer cómo y cuándo presentar cada modelo es crucial.
Modelo 390: función, contenido y periodicidad
¿Qué es el modelo 390? El modelo 390 es una declaración-resumen anual del IVA, exigida por la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) y que deben presentar la mayoría de los autónomos y empresarios al finalizar el año fiscal. Este documento no implica un pago directo, sino que sirve para informar de forma detallada sobre todas las operaciones relacionadas con el IVA realizadas a lo largo del ejercicio.
¿Qué incluye este modelo?
La información contenida en el modelo 390 se estructura de forma que recopila los datos presentados en las autoliquidaciones trimestrales o mensuales (modelos 303 o 322). Entre sus apartados destacan:
- Volumen total de operaciones sujetas a IVA.
- Cuotas de IVA devengado y soportado.
- Regímenes aplicables según la naturaleza del negocio.
- Diferenciación entre operaciones interiores, intracomunitarias y exportaciones.
Gracias a este nivel de detalle, la Agencia Tributaria puede verificar si los datos declarados en los modelos periódicos concuerdan con el resumen anual.
Obligación de presentación
La obligación de presentar el modelo 390 afecta principalmente a autónomos en régimen general de IVA. Sin embargo, existen algunas excepciones, como:
- Contribuyentes acogidos al régimen simplificado.
- Autónomos en régimen de recargo de equivalencia.
- Aquellos que únicamente realicen operaciones exentas de IVA.
La presentación se realiza por vía telemática a través de la sede electrónica de la AEAT y su plazo habitual es durante el mes de enero del año siguiente al ejercicio fiscal declarado.
Diferencias entre el modelo 390 y otros modelos tributarios
Uno de los errores más frecuentes entre los autónomos noveles es confundir el modelo 390 con otros modelos de declaración. Es importante aclarar que el 390 no sustituye, sino que complementa a las declaraciones trimestrales.
Comparativa con otros modelos
Modelo | Finalidad | Periodicidad | ¿Implica pago? |
303 | Autoliquidación del IVA | Trimestral o mensual | Sí |
111 | Retenciones a trabajadores y profesionales | Trimestral | Sí |
390 | Resumen anual del IVA | Anual | No (declaración informativa) |
Como se observa, cada uno de estos documentos tiene un objetivo distinto. El modelo 111, por ejemplo, se centra en las retenciones practicadas a empleados o profesionales externos contratados. Su presentación también es obligatoria para muchos autónomos, especialmente si cuentan con trabajadores o recurren a servicios profesionales con regularidad. Puedes encontrar información detallada sobre cómo cumplir con esta obligación en este recurso sobre presentar el modelo 111.
Errores comunes al presentar el modelo 390
Dada su complejidad, es común que los autónomos cometan errores al cumplimentar el modelo 390. Estos fallos pueden derivar en requerimientos por parte de Hacienda o incluso en sanciones si no se subsanan a tiempo.
Principales equivocaciones
- Duplicar información ya declarada en modelos trimestrales, sin ajustar las cifras al resumen anual.
- Olvidar incluir operaciones exentas o no sujetas a IVA, lo que puede afectar al total de la base imponible.
- No indicar correctamente el régimen fiscal aplicable, especialmente si ha habido cambios durante el año.
- Presentar fuera de plazo, lo que conlleva penalizaciones económicas aunque el resultado sea informativo.
Para minimizar estos riesgos, es recomendable contar con una herramienta de gestión fiscal que facilite el seguimiento de las operaciones y automatice los resúmenes anuales.
Cómo organizar la contabilidad para una presentación correcta
La clave para cumplir con el modelo 390 sin sobresaltos es llevar un control riguroso de las operaciones sujetas a IVA a lo largo del año. Esto incluye la correcta emisión de facturas, la organización de los libros contables y el control de deducciones.
Buenas prácticas contables
- Registrar las facturas emitidas y recibidas con regularidad.
- Revisar los tipos de IVA aplicados en cada operación para evitar incongruencias.
- Conciliar los libros de IVA con los modelos trimestrales presentados.
- Guardar toda la documentación justificativa de operaciones, especialmente si implican tipos reducidos o exenciones.
Además, es aconsejable realizar simulaciones o revisiones periódicas que anticipen el resultado del modelo 390, permitiendo corregir errores a tiempo.
Digitalización y ayudas tecnológicas
El uso de programas de facturación y contabilidad en línea ha revolucionado la manera en que los autónomos gestionan sus obligaciones tributarias. Estas plataformas permiten:
- Generar informes con los datos necesarios para el modelo 390.
- Automatizar la presentación de modelos periódicos.
- Cruzar datos entre distintos modelos para detectar incoherencias.
Contar con estas herramientas no solo facilita la gestión administrativa, sino que reduce significativamente la posibilidad de errores humanos.