La Reserva Federal de Estados Unidos, bajo la dirección de su presidente Jerome Powell, se encuentra en un momento crítico, rodeada de presiones tanto externas como internas. ¿Te imaginas lo que significa estar al frente de una institución así, especialmente con Donald Trump lanzando ataques directos? Powell tiene que navegar en un escenario lleno de desafíos.
Con la cumbre de la Reserva Federal en Jackson Hole, Wyoming a la vista, cada palabra que pronuncie será observada con lupa.
El ataque de Trump y la insurgencia dentro de la Fed
Donald Trump ha mantenido una postura crítica hacia Powell, llamándolo “mula testaruda” y “tonto”. Estas descalificaciones reflejan su descontento con la negativa de la Reserva Federal a reducir las tasas de interés este año, a pesar de las preocupaciones sobre la inflación provocadas por los aranceles que impuso su administración. Ahora, con la posibilidad de nombrar a un aliado en el consejo de la Fed, Trump busca aumentar su influencia y sembrar discordia dentro de la institución. ¿Qué pasará si logra su objetivo?
El economista Stephen Miran ha sido elegido por Trump para reemplazar a Adriana Kugler, quien dejó el consejo de política monetaria de la Fed. Miran apoya las propuestas de recortes en las tasas de interés y promueve reformas que permitirían a los presidentes de la Fed destituir a figuras como Powell. Según Steven Blitz, economista jefe para EE.UU. de TS Lombard, “Miran no es alguien que se deje envolver ni abrumar por las tradiciones de la Fed”. Esto sugiere que su incorporación podría complicar aún más la ya delicada posición de Powell.
El entorno económico y las expectativas del mercado
El discurso de Powell en Jackson Hole será observado con gran atención. Gennadiy Goldberg, estratega jefe de tasas de TD Securities, señala que el mercado anticipa una señal de Powell sobre un posible recorte de tasas. Pero la situación es complicada. Powell se enfrenta a tres disidentes en su junta de siete miembros, lo que recuerda el cisma de 1988 en la Fed. ¿Podrá Powell mantener la cohesión en un momento tan tenso?
Además, los datos económicos mixtos de EE.UU. complican aún más la toma de decisiones. Aunque los aranceles impuestos por Trump no han generado un aumento significativo en la inflación, sí han creado un ambiente de incertidumbre. Los inversores se sintieron optimistas con un informe de IPC favorable, lo que alimenta las expectativas de un recorte de al menos un cuarto de punto porcentual en la próxima reunión de la Fed. Sin embargo, los expertos advierten que la votación será reñida. ¿Qué camino escogerán?
Las presiones de Trump y el futuro de la Fed
Trump continúa haciendo demandas extremas, sugiriendo que las tasas de interés deberían reducirse al 1%, argumentando que esto ahorraría al gobierno cientos de miles de millones en pagos de deuda. La gran pregunta es: ¿cómo manejará Miran, en caso de ser confirmado, estos recortes drásticos mientras mantiene la credibilidad de la Fed?
La tasa de desempleo, que se sitúa en un 4,2%, sigue siendo relativamente baja, lo que sugiere que la desaceleración en la contratación podría ser temporal. Sin embargo, si se producen más datos negativos sobre el empleo, podría aumentar la presión sobre Powell para considerar un recorte drástico de 0,5 puntos porcentuales. A medida que las tensiones aumentan, la próxima reunión de la Fed se perfila como un punto de inflexión crucial en la política monetaria estadounidense. ¿Estamos ante un cambio de rumbo?
Conclusión
La situación actual de la Reserva Federal es un reflejo de la complejidad del entorno político y económico. Con Trump atacando abiertamente a Powell y buscando influir en la composición del consejo de la Fed, el futuro de la política monetaria estadounidense se encuentra en una encrucijada. Las decisiones que se tomen en los próximos meses serán fundamentales para el rumbo de la economía del país. ¿Estamos preparados para lo que venga?