La opa de BBVA sobre Banco Sabadell no es un movimiento cualquiera; está siendo objeto de un análisis exhaustivo, especialmente en términos de rentabilidad. ¿Por qué lanzarse a realizar grandes desembolsos sin antes asegurarse de que los números cierren? La entidad vasca tiene claro que la rentabilidad de la recompra de acciones, que se estima entre el 12% y el 13%, será el criterio que definirá su decisión sobre la oferta a Sabadell.
La rentabilidad como eje central de la opa
BBVA ha dejado claro que cualquier mejora en su oferta debe superar la rentabilidad que podría obtener mediante la recompra de acciones. Según Barclays, la entidad cuenta con un excedente de capital de aproximadamente 4.200 millones de euros.
Este capital no solo podría ser utilizado para mejorar la oferta a Banco Sabadell, sino también para realizar recompras si la opa no avanza como se espera. En este contexto, el rendimiento inmediato que se podría obtener de las recompras se convierte en un factor decisivo que justifica cualquier otra inversión.
Los analistas son claros: independientemente del desenlace de la opa, los accionistas de BBVA tendrán razones para sonreír. Si la operación resulta exitosa, el banco no solo consolidará su posición en el mercado español, sino que también ganará en eficiencia.
Y si no se concreta, podrá canalizar esos fondos hacia recompras, asegurando así un retorno competitivo frente al resto de la banca europea. ¿No es eso lo que todos los inversores buscan?
Impacto del recurso ante el Tribunal Supremo
Pero, ¿qué pasaría si el recurso que ha presentado BBVA ante el Tribunal Supremo resulta favorable? Este recurso busca modificar las condiciones de la fusión con Banco Sabadell, específicamente limitando su vigencia a tres años.
Un fallo positivo podría acelerar la integración de Sabadell. Según el analista Manuel Pinto, el mercado ya comienza a descontar que el esfuerzo financiero de BBVA para adquirir Sabadell podría ser menos oneroso si el Tribunal Supremo cambia las reglas del juego.
Las acciones de BBVA han visto un notable aumento tras el anuncio del recurso, lo que refleja una creciente confianza en que la fusión no exigirá mejoras tan amplias en la oferta inicial. Esto demuestra la capacidad de adaptación del banco frente a un entorno regulatorio incierto. ¿Quién no querría estar en una posición así?
Perspectivas de dividendos y rentabilidad para los accionistas
Y no solo eso, BBVA también tiene una apuesta firme por el dividendo. Para el periodo 2025-2028, la entidad tiene planes de destinar 36.000 millones de euros a dividendos y recompras, lo que representa un 42% de su capitalización bursátil actual. De esta suma, 12.500 millones se invertirán en recompras, equivalentes al 15% del capital del banco.
Se espera que la rentabilidad total para el accionista se sitúe en un 12% promedio entre 2025 y 2027, superando el 8,5% de media entre los bancos europeos. En términos de dividendos, se proyecta que la rentabilidad aumente del 4,6% actual a un 6,8% en 2026 y un 7,7% en 2027, con un payout estable del 50%. Esto demuestra la sólida estrategia de BBVA para mantener la confianza de sus inversores y garantizar un retorno atractivo en un entorno financiero que cambia constantemente. ¿Te imaginas ser parte de eso?