La reciente propuesta del Gobierno para implementar una jornada laboral de 37,5 horas semanales ha generado un amplio debate en el ámbito económico. Este cambio no solo afecta a los trabajadores, sino que también tiene profundas implicaciones para las empresas y la economía en general.
Un estudio de Cepyme revela que algunos sectores asumirán la mayor parte del coste, lo que podría resultar en pérdidas significativas de producción y, en consecuencia, afectar a la economía nacional.
Costes directos e indirectos de la reducción de jornada
Según el análisis realizado, se estima que la reducción de la jornada laboral tendrá un coste directo de aproximadamente 13.873 millones de euros. Sin embargo, el coste indirecto, que se refiere a la pérdida de valor añadido bruto, podría alcanzar los 33.842 millones de euros. Este último coste se entiende como el valor de la producción que dejará de generarse si las empresas no implementan medidas para compensar la reducción de horas laborales. En total, la patronal calcula que el impacto financiero de esta medida podría sumar alrededor de 47.716 millones de euros.
Los sectores más afectados
El impacto de la reducción de jornada no será uniforme en todos los sectores. Se prevé que el comercio, la industria y la hostelería asuman cerca del 50% del coste total. En términos concretos, esto se traduce en 10.987 millones de euros para el comercio, 7.049 millones para la industria y 5.812 millones para la hostelería. Otros sectores como las actividades científicas y técnicas, así como las actividades administrativas, también se verán afectados, aunque en menor medida, con impactos de 4.900 millones y 4.316 millones de euros, respectivamente.
Impacto en el empleo y en los convenios colectivos
Un aspecto crucial a considerar es cuántos trabajadores se verán afectados por esta reducción de jornada. Se estima que el 76% de los asalariados con convenio colectivo, lo que representa alrededor de 9,8 millones de personas, experimentarán cambios en sus horas de trabajo. Sin embargo, es importante destacar que aquellos empleados que no cuentan con un convenio establecido podrían enfrentar un reto aún mayor. Según los cálculos del Ministerio de Trabajo, se prevé que en total, hasta 12 millones de trabajadores podrían verse afectados.
La heterogeneidad del impacto sectorial
La distribución del impacto variará significativamente entre los diferentes sectores. Por ejemplo, en el sector de la hostelería, se estima que el esfuerzo requerido para alcanzar las 37,5 horas sería del 4,2%, mientras que en el comercio el ajuste sería del 4%. Otros sectores como las industrias extractivas y las actividades inmobiliarias también enfrentarán ajustes significativos. Esta variabilidad sugiere que la implementación de la ley debe considerar las características específicas de cada sector para evitar consecuencias negativas desproporcionadas.
La perspectiva de las pymes y la negociación colectiva
La Confederación de Pequeñas y Medianas Empresas (Cepyme) ha expresado su preocupación sobre la implementación de esta medida sin tener en cuenta el impacto que tendrá en las pymes y las diferencias entre territorios. Destacan que la jornada laboral en España ha disminuido de 40 horas semanales en 1983 a 38,3 horas actualmente, gracias a la negociación colectiva. Por lo tanto, se subraya la necesidad de un enfoque que contemple las realidades de cada sector y que permita una transición más suave hacia esta nueva normativa.