En un contexto de creciente presión económica, España se ha consolidado como la gran economía europea que más ha elevado el peso del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y las cotizaciones a la Seguridad Social. Desde el año 2000 hasta 2022, la proporción de ingresos que ingresan a las arcas públicas por estos conceptos ha crecido un 7%, según el informe Tax Policy Reforms 2025 de la OCDE.
Este fenómeno se produce en un momento en que muchas naciones de la OCDE están optando por reducir tarifas para enfrentar la inflación.
Un aumento significativo en la recaudación fiscal
El informe de la OCDE revela que, mientras los países miembros buscan estrategias para movilizar más ingresos debido a altos niveles de endeudamiento y nuevas necesidades de gasto, España ha seguido un camino diferente.
A pesar de la tendencia general hacia la deflacción fiscal, el Ministerio de Hacienda, bajo la dirección de María Jesús Montero, ha decidido no ajustar las tarifas del IRPF, lo que ha sido considerado por muchos como un aumento fiscal encubierto.
Este aumento en la carga tributaria se da en un contexto donde el poder adquisitivo de los ciudadanos se ve afectado por el incremento de precios.
Específicamente, en 2000, la contribución del IRPF y las cotizaciones sociales representaba el 54,1% de los ingresos del Estado, mientras que en 2022 esa cifra ascendía al 58,2%.
Este crecimiento en la recaudación es significativo, especialmente considerando que los ingresos por IRPF han aumentado un 11,1% entre enero y mayo de este año, alcanzando más de 53.300 millones de euros, según datos de la Agencia Tributaria.
Comparación con otras economías europeas
En el contexto de la Unión Europea, solo Luxemburgo y Portugal tienen tasas más altas de dependencia del IRPF y las cotizaciones sociales en comparación con España. Mientras tanto, otras grandes economías como Italia, Francia, Alemania, los Países Bajos y Bélgica han visto incrementos menores e incluso reducciones en su dependencia de estos ingresos.
La negativa del Gobierno español a deflactar las tarifas ha llevado a un aumento en la dependencia del IRPF, que pasó del 22,8% al 24,1% del total de ingresos en solo un año.
En términos de cotizaciones sociales, España se coloca como la segunda economía más dependiente de estas, representando un 34% del total de los ingresos. Este aumento en las cotizaciones es reflejo del récord de afiliados a la Seguridad Social y de políticas como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Sin embargo, esta dependencia también plantea riesgos significativos ante un posible cambio en el empleo.
Desafíos y tendencias en la recaudación fiscal
El informe de la OCDE destaca que, a pesar de las deflactaciones en el IRPF, hay una tendencia generalizada hacia un aumento en la recaudación fiscal en los países de la OCDE. Esto se debe a factores como el cambio climático, el envejecimiento poblacional y conflictos globales como la guerra en Ucrania, que han llevado a un aumento del gasto en defensa. En este sentido, el Gobierno español se enfrenta a múltiples desafíos, especialmente en el sector de la vivienda, donde los precios continúan en aumento y los impuestos sobre la propiedad se han incrementado, afectando a la asequibilidad para los ciudadanos.
Las políticas propuestas por el Gobierno, que incluyen un aumento en los impuestos a propietarios de segundos hogares y alojamientos turísticos, podrían tener un impacto significativo en el mercado inmobiliario. A medida que se navega en este complejo panorama fiscal, será crucial observar cómo se desarrollan las políticas económicas en España y su efecto en el bienestar de la población.