La discusión en torno a la reducción de la jornada laboral ha cobrado fuerza en los últimos años, especialmente en un contexto económico como el actual. Rafael Doménech, director de análisis económico de BBVA Research, ha expresado su preocupación acerca de cómo implementar una reducción de la jornada de trabajo sin el correspondiente aumento en la productividad podría tener efectos negativos en la creación de empleo en España.
En este sentido, es crucial entender la dinámica entre la producción laboral y el empleo.
Índice de contenido:
La creación de empleo en España y su dependencia de la productividad
Doménech señala que España ha estado experimentando un crecimiento considerable, aunque este ha sido principalmente superficial, basado en la creación de empleo más que en un aumento real de la productividad.
Para ilustrar esta situación, compara el crecimiento económico de España con un avión que, aunque vuela alto y rápido gracias a la creación de nuevos puestos de trabajo, aún no ha activado el motor de la productividad. Este aspecto es fundamental, ya que un crecimiento basado solo en la ampliación del empleo puede no ser sostenible a largo plazo.
El impacto de la productividad en el bienestar social
Históricamente, las mejoras en la productividad han estado ligadas a aumentos salariales, mayores ingresos para los trabajadores y un incremento en el consumo de bienes y servicios. Doménech plantea que, conforme aumente la productividad, se debería considerar que parte de esos beneficios se destinen a salarios y otra parte a la reducción de la jornada laboral.
Sin embargo, si se opta por regular la reducción de jornada sin potenciar la productividad, se podría generar un «shock de oferta negativo» en la economía.
Consecuencias de una reducción de jornada sin aumento de productividad
Este escenario podría derivar en un aumento del coste laboral unitario, llevando a las empresas a intentar aumentar artificialmente la productividad, pero esto se lograría a expensas de eliminar los empleos menos productivos.
En este contexto, la reducción de la jornada laboral podría tener efectos adversos sobre la creación de nuevos empleos. La visión de Doménech es clara: se requiere un equilibrio en el que ambos motores, el de la productividad y el del empleo, funcionen simultáneamente para asegurar un crecimiento sostenible.
Desafíos en el panorama económico global
Además de los desafíos internos, Doménech también comentó sobre el panorama económico internacional, señalando que un posible acuerdo arancelario entre la Unión Europea y Estados Unidos no garantizaría estabilidad económica. La imprevisibilidad de la política arancelaria de Donald Trump podría desestabilizar cualquier pacto, complicando aún más el crecimiento económico. De acuerdo con los cálculos de BBVA, un aumento en los aranceles podría afectar significativamente las previsiones de crecimiento para España.
La visión de Trump y sus implicaciones
Doménech critica la perspectiva del Gobierno de Trump sobre su balanza comercial, sugiriendo que la intención de aumentar los aranceles a Europa para equilibrar la balanza no tendrá éxito mientras el déficit en el sector público continúe. Este contexto de incertidumbre internacional podría tener repercusiones negativas en el crecimiento de la economía española, haciendo que la creación de empleo se vea aún más comprometida.
Fortalecimiento del mercado único europeo
Ante esta situación, el economista sugiere que la Unión Europea debería enfocarse en fortalecer y materializar el mercado único, eliminando barreras que fragmentan los mercados y aprovechando así las oportunidades en un contexto global. Si se logra hacer esto, las posibilidades de crecimiento y mejora en la productividad podrían ser significativas para la economía europea, incluyendo a España.
En resumen, la interrelación entre jornada laboral, productividad y empleo es un tema crítico que merece una atención cuidadosa. Comprender cómo estos elementos afectan la economía puede ayudar a formar políticas más efectivas que beneficien no solo a las empresas, sino también a la fuerza laboral y, en última instancia, a la sociedad en su conjunto.