Tras la pandemia, Cataluña se encuentra en un proceso de recuperación económica, con diferentes regiones experimentando diversos grados de crecimiento. El impacto de la crisis del COVID-19 se ha sentido de manera desigual en la comunidad, lo que ha dado lugar a un mosaico de recuperación entre sus territorios.
Algunas áreas ya han superado su rendimiento económico previo a la pandemia, mientras que otras siguen enfrentando desafíos, especialmente aquellas que dependen en gran medida del sector energético.
El Informe Económico Anual del BBVA, presentado en Barcelona por el economista Josep Oliver, arroja luz sobre estas disparidades. Según los últimos hallazgos, mientras que Cataluña en su conjunto logró superar su PIB de 2019 para 2023, algunas regiones aún están en camino de recuperación.
Disparidades regionales en la recuperación económica
El año 2024 reveló que 14 comarcas en Cataluña están en proceso de recuperar su estabilidad económica, particularmente en las regiones de Terres de l’Ebre y Pirineo leridano. Estas áreas han registrado una disminución en su Valor Añadido Bruto (VAB) del 8.4% y 2% respectivamente, en comparación con 2019. El sector energético desempeña un papel significativo en estas regiones, especialmente dado su alto grado de dependencia de las centrales nucleares, que representan una porción sustancial de la economía local.
Desafíos del sector energético
En particular, la comarca de Ribera d’Ebre ha enfrentado las mayores dificultades, con un asombroso descenso del 34.7% en su VAB desde los niveles previos a la pandemia, principalmente debido a su dependencia de la central nuclear Asc. De manera similar, la región de Terra Alta ha experimentado una disminución del 29.9%. Esta tendencia se extiende a otras comarcas como Pallars Jussà y Alta Ribagorça, que también han visto un crecimiento negativo. La dependencia del sector energético, que solo contribuye con un 3% a la riqueza total de Cataluña, se ha convertido en un gran obstáculo, ya que ha sufrido un declive del 33% en el VAB en toda la comunidad.
Como señala Oliver, queda mucho trabajo por hacer. Sin embargo, algunas zonas dentro de Terres de l’Ebre, como Montsià y Baix Ebre, han demostrado una resistencia notable con tasas de crecimiento positivas del 9.6% y 9.5% respectivamente, impulsadas en gran medida por la recuperación del sector turístico.
Recuperación más fuerte en otras regiones
Regiones como Camp de Tarragona han logrado recuperarse, con su VAB ahora ligeramente por encima de los niveles de 2019, mostrando un modesto aumento del 0.1%. La recuperación en estas áreas ha sido impulsada por una sólida base industrial y un robusto sector de servicios.
Impactos en el sector agrícola
La Plana de Lleida, que enfrentó contratiempos debido a la sequía que afectó la agricultura en 2022 y 2023, ha logrado un aumento del 2.2% en su producción económica total. Notablemente, la región de Segarra reportó un impresionante crecimiento del 11.6%, destacándose como una de las áreas más sobresalientes en términos de rendimiento económico.
Por otro lado, las comarcas de Girona han emergido como fuertes competidoras tras la crisis, con una tasa de crecimiento general del 10% en cinco años, superando el promedio catalán del 7.4%. La región de Garrotxa lidera este crecimiento con un notable aumento del 16.1%, atribuido en gran medida a las condiciones favorables en la industria alimentaria.
Dinamismo económico en las áreas metropolitanas
Mientras tanto, las comarcas metropolitanas que rodean Barcelona han visto su VAB aumentar en un 8.6% desde 2019, mientras que la región de Catalunya Central también ha experimentado una saludable tasa de crecimiento del 7.8%. La comarca de Bages lidera la lista con un aumento del 13.1%, seguida por Baix Llobregat con un 11% y Osona con un 10.4%. Estas regiones, conocidas por sus sólidos sectores industriales, contribuyen significativamente al panorama económico de Cataluña.
En Barcelona, la economía depende en gran medida de los servicios personales—como el turismo y la hostelería, que representan el 42% de la economía local—y de los servicios productivos, incluidos finanzas y telecomunicaciones, que constituyen el 22% de la producción económica.
El Informe Económico Anual del BBVA, presentado en Barcelona por el economista Josep Oliver, arroja luz sobre estas disparidades. Según los últimos hallazgos, mientras que Cataluña en su conjunto logró superar su PIB de 2019 para 2023, algunas regiones aún están en camino de recuperación.0