El sector de la construcción en Cataluña ha atravesado un periodo complicado, marcado por la llamada «permacrisis», durante los últimos cinco años. Sin embargo, recientes informes sugieren que se vislumbran señales de recuperación, especialmente en el ámbito residencial. Según el presidente de la Cambra Oficial de Contractistes d’Obres de Catalunya, Lluís Moreno, y Rubén Gil, responsable de estudios de la entidad, el sector podría experimentar un crecimiento entre el 2% y el 3% entre 2025 y 2026, gracias a la mejora en las compraventas y en la construcción de viviendas.
Un panorama desafiante en la construcción
A pesar de los indicios de recuperación, la construcción aún enfrenta desafíos significativos. En 2024, se prevé que la actividad se mantenga un 8% por debajo de los niveles de 2019, antes de la pandemia de Covid-19.
Durante el año pasado, el crecimiento fue apenas del 1.7%, muy por debajo del crecimiento general de la economía catalana, que se situó en un 3.6%. Este estancamiento se atribuye a varios factores, incluyendo el aumento en los costos de los materiales, que han subido un 28.8% desde 2020, y un incremento del 14.8% en el costo de la mano de obra.
La licitación pública fue otro de los puntos débiles, con un aumento de solo el 2.6%. Además, el consumo de cemento apenas mostró un incremento del 0.3%, lo que refleja la falta de dinamismo en el sector. No obstante, la Cámara se muestra optimista respecto al futuro inmediato, especialmente en el sector residencial, que ha comenzado a mostrar signos de reactivación.
Impulso en el sector residencial
Los datos más recientes indican un aumento del 8% en las compraventas de viviendas y un 8.2% en las viviendas iniciadas. En la primera mitad de este año, se ha registrado una aceleración notable en la actividad, con 38,000 hipotecas firmadas, lo que representa un 24% más que el año anterior.
Este es el mejor registro desde 2011, y se estima que el plan de la Generalitat para construir 50,000 viviendas pueda contribuir significativamente a reiniciar el impulso en el sector. Moreno ha señalado: «Esperamos que se ponga en marcha ya y que se noten los efectos de la licitación».
A pesar de la incertidumbre global y la crisis inflacionaria, el sector residencial en Cataluña parece estar en una trayectoria ascendente, lo que podría ofrecer un respiro a los contratistas y trabajadores del sector. A medida que se superan las dificultades, el enfoque en la construcción de nuevas viviendas podría ser clave para el crecimiento sostenido del sector.
Desafíos persistentes y futuro incierto
A pesar de las perspectivas optimistas, el sector de la construcción aún enfrenta numerosos retos. La rehabilitación de edificios sigue estancada, a pesar de que era uno de los objetivos principales de los fondos europeos Next Generation. Los contratistas han manifestado su preocupación por la falta de concordancia entre las licitaciones y el gasto real ejecutado, así como la ausencia de datos claros por parte del Gobierno central.
Por lo tanto, mientras que se proyecta un crecimiento en el sector, es crucial que se aborden estos problemas para garantizar que la recuperación sea sostenible. Para 2024, se espera un aumento de entre el 2% y el 2.5%, y para 2026, el pronóstico es aún más alentador, con la posibilidad de alcanzar el 3%. Sin embargo, el crecimiento variará significativamente entre subsectores, siendo el residencial el que probablemente experimentará la mayor expansión.
En conclusión, aunque la construcción en Cataluña ha enfrentado tiempos difíciles, los signos de recuperación en el sector residencial ofrecen un rayo de esperanza. La clave estará en la implementación efectiva de políticas y programas que apoyen tanto la nueva construcción como la rehabilitación de edificios, asegurando así un futuro más sólido para el sector.