La situación del mercado en abril de 2025 fue un torbellino de emociones para los inversores. A primera vista, parece que el mes fue tranquilo, pero en realidad, fue un período de intensa volatilidad. Recuerdo cuando escuché a un amigo decir que la inversión era como un juego de ajedrez, siempre moviendo piezas y anticipando los movimientos del oponente.
Sin embargo, en abril, las jugadas fueron más rápidas y sorpresivas que nunca. Las reacciones a los anuncios de tarifas en EE.UU. el 2 de abril y la posterior pausa el 9 de abril desencadenaron movimientos bruscos en acciones, bonos y divisas.
Este mes no solo estuvo marcado por la incertidumbre, sino que también mostró una resistencia subyacente en los mercados.
Índice de contenido:
El impacto de las políticas fiscales y monetarias
Los mercados, como sabemos, son sensibles a cualquier noticia económica, y abril no fue la excepción.
El S&P 500® comenzó el mes en un territorio de corrección, con una caída cercana al 19% desde su máximo de febrero. Pero, ¿quién podría haber imaginado el rebote que se produjo en la segunda semana? A pesar de cerrar el mes con una caída del 1%, la reacción de los mercados a los cambios de políticas fue notable.
La incertidumbre económica persistió, y esto trajo a la mente el refrán “vende en mayo y aléjate”, que sugiere que es mejor no mirar las inversiones hasta octubre. Aunque muchos podrían sentirse tentados a seguir este consejo, hay una historia más profunda que contar.
La importancia de permanecer invertido
Hay algo que he aprendido a lo largo de los años: los mejores días del mercado suelen aparecer cuando menos lo esperas. Si uno se deja llevar por el pánico de los días difíciles, corre el riesgo de perderse ganancias significativas.
Históricamente, los datos muestran que aquellos que intentan cronometrar el mercado a menudo terminan perdiendo más que ganando. Por ejemplo, si un inversor se hubiera perdido solo los 10 mejores días del S&P 500 en los últimos 20 años, su rendimiento habría caído drásticamente. En mi experiencia, mantenerse invertido y diversificado es la clave para navegar por aguas turbulentas.
El rendimiento de los bonos y la diversificación
El mercado de bonos también ha sido un campo de batalla este mes. La fluctuación del rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años fue notable, alcanzando su mayor variación mensual desde la crisis bancaria regional de 2023. Mientras el crédito de grado de inversión mostraba signos de estancamiento, los diferenciales de crédito en bonos de menor calidad se ampliaron. Sin embargo, hacia finales de mes, encontramos un giro dramático en las tasas de interés y una compresión de los diferenciales de crédito que ayudaron a recuperar el índice Bloomberg U.S. Aggregate. Aquí, la diversificación de activos juega un papel crucial, especialmente en momentos de alta volatilidad.
Aprendiendo de la historia: ¿es hora de vender en mayo?
Es comprensible que muchos inversores se sientan motivados por la idea de “vender en mayo y alejarse”. Sin embargo, la historia revela que esta estrategia no siempre es la más acertada. En 16 de los últimos 20 años, el S&P 500 ha superado los rendimientos del efectivo durante los meses de mayo a octubre. Cada año trae consigo sus propios desafíos y oportunidades. Personalmente, creo que la clave es mantenerse alerta y entender que cada año presenta un ciclo único. Ignorar la volatilidad del mercado y basar las decisiones en tendencias pasadas puede ser un error costoso.
Conclusión informal: reflexiones sobre la inversión
En resumen, abril de 2025 fue un mes que reafirmó la importancia de la diversificación y la inversión a largo plazo. Si bien la volatilidad puede causar inquietud, también presenta oportunidades. A veces me pregunto: ¿estamos preparados para aprovechar esos altibajos? La respuesta, en mi opinión, radica en nuestra capacidad de adaptarnos y aprender de la historia. Así que, la próxima vez que sientas que el mercado se tambalea, recuerda que cada día trae consigo una nueva oportunidad. La clave está en no dejarse llevar por el miedo.