Índice de contenido:
La caza y su contribución al PIB español
En España, la actividad cinegética genera un asombroso total de 10.190 millones de euros al año, lo que representa una parte significativa de nuestro Producto Interior Bruto (PIB).
Este impacto económico no solo se mide en términos de dinero, sino que también se traduce en la creación de 199.000 puestos de trabajo, incluidos 45.642 empleos directos. Estos datos se extraen de un exhaustivo estudio elaborado por Deloitte para la Fundación Artemisan, en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
La caza y la lucha contra la despoblación
Además de su contribución económica, la caza juega un papel crucial en la lucha contra la despoblación en las áreas rurales. Según el estudio, el 80% de los empleos generados por la caza se encuentran en el entorno rural.
Un dato revelador es que alrededor del 32,6% de los cazadores reside en municipios con menos de 5.000 habitantes, donde esta actividad se convierte en un factor determinante para su permanencia en esas localidades, al igual que los lazos familiares.
Perfil del cazador en España
En 2023, el número de licencias de caza en vigor alcanzó las 891.889. A partir de las estadísticas proporcionadas por las administraciones públicas, se estima que el número mínimo de cazadores residentes en España es de 577.742.
El gasto medio anual de un cazador es de 12.069 euros, que se destina principalmente a actividades relacionadas con la caza mayor, alojamiento y combustible. Por otro lado, un rehalero gasta alrededor de 14.539 euros al año, mayormente en la compra y cuidado de sus perros.
Inversión en conservación por parte de los cazadores
Los cazadores también son importantes inversores en la conservación del medio ambiente, destinando 320 millones de euros anualmente a la gestión de cotos. De esta cifra, 289 millones son invertidos en medidas de gestión como siembras y provisión de agua y alimento, mientras que 31 millones se dedican a programas específicos para la conservación de especies. Así, después de la Administración, son los cazadores y las federaciones quienes más invierten en la preservación del entorno natural en España.
La caza como herramienta de control de especies
El informe también destaca cómo la caza contribuye al equilibrio de los ecosistemas. Al controlar las poblaciones de ciertas especies, se reduce la sobreabundancia que puede llevar a problemas como accidentes de tráfico y daños a la agricultura. En 2023, el 83,7% de los accidentes de tráfico causados por animales involucraron fauna cinegética, con el jabalí y el corzo siendo responsables del 73% de estos incidentes. Los titulares de cotos y organizadores de cacerías también han desembolsado más de 11 millones de euros para compensar daños a la agricultura.
Colaboraciones y presentaciones del estudio
La presentación del estudio fue un evento destacado, con la presencia de figuras clave del sector, como el presidente de la Fundación Artemisan, el secretario general del MAPA y la directora de Deloitte. Se destacó la importancia de la colaboración entre cazadores, administraciones y organizaciones en la promoción de la caza sostenible y la conservación del medio ambiente.
Un futuro sostenible para la caza en España
La caza en España no solo es una actividad recreativa, sino un componente vital de la economía rural y la conservación del medio ambiente. A medida que se desarrollan nuevas políticas y estrategias, es fundamental que todos los actores involucrados trabajen juntos para asegurar un futuro sostenible para esta tradición que, a su vez, beneficia a la sociedad en su conjunto.