La historia económica de España ha experimentado diversas transformaciones desde la muerte del dictador Francisco Franco en 1975. Hoy, los españoles disfrutan de un nivel de vida superior al que tenían durante los últimos años del régimen franquista. Sin embargo, es fundamental señalar que, en las últimas dos décadas, los aumentos en productividad y calidad de vida han sido bastante limitados.
El 20 de noviembre de 1975, el entonces presidente Arias Navarro anunció la muerte de Franco, un acontecimiento que marcó el cierre de un capítulo oscuro en la historia de España. Este hecho fue seguido por la esperanza de un futuro democrático.
La transición a la democracia fue un proceso excepcionalmente rápido, pero la transformación económica se extendió a lo largo de varios años, culminando en el ingreso de España a la Comunidad Económica Europea (CEE) en 1986.
El crecimiento durante el franquismo
Durante la dictadura, España vivió un período de notable crecimiento económico, conocido como el milagro español. Desde 1959 hasta 1974, la economía creció a un ritmo medio del 6.8% del PIB, impulsada por la recuperación de Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Este auge permitió que muchos españoles salieran de la pobreza y mejoraran su calidad de vida de manera significativa.
Datos económicos durante los años de crecimiento
Los datos proporcionados por el Banco de España indican que la tasa de crecimiento medio del PIB entre 1955 y 1975 fue del 5.8%. Durante este tiempo, la producción por trabajador también aumentó, reflejando el dinamismo de la economía. Entre 1959 y 1974, el PIB per cápita creció aproximadamente un 5%, lo que equivale a una duplicación del nivel de vida en menos de 15 años.
A medida que la economía se expandía, la población también crecía. Los censos indican un aumento significativo en la población, pasando de cerca de 28 millones en 1950 a más de 35 millones en 1975. Este crecimiento demográfico fue un factor clave en el desarrollo económico del país durante esos años.
La década negra y la transición a la democracia
A pesar del crecimiento posterior a la dictadura, la transición a la democracia a partir de 1978 estuvo marcada por la inestabilidad social y económica. La crisis del petróleo de 1973 y 1979, junto con una economía cerrada y altamente regulada, llevaron a lo que se conoce como la Década Negra (1975-1984). Durante esta época, el PIB creció a una tasa media del 1.51%, pero el desempleo aumentó drásticamente, alcanzando más del 20% en 1984.
Pactos de la Moncloa y recuperación económica
Los Pactos de la Moncloa, firmados en 1978, fueron un intento de estabilizar la economía mediante acuerdos sobre salarios y precios. Aunque lograron contener la inflación, la economía seguía siendo vulnerable y la tasa de desempleo se mantenía alta. Sin embargo, la entrada en la CEE en 1986 fue un punto de inflexión, permitiendo a España integrarse en el mercado común europeo, lo que impulsó reformas fiscales y económicas necesarias.
Retos recientes y la pandemia
Desde la crisis financiera de 2008, la economía española ha enfrentado una serie de desafíos. A pesar de una recuperación en los años posteriores a 2013, la llegada del Covid-19 en 2025 supuso un duro golpe. La gestión de la crisis sanitaria y sus consecuencias económicas han dejado una huella profunda, incluyendo un aumento significativo en la deuda pública.
La administración actual ha recibido críticas por su manejo de la pandemia, con un incremento en la deuda pública que supera los 487,000 millones de euros desde 2018. La recuperación se ha visto obstaculizada por decisiones políticas que, en ocasiones, han priorizado la intervención sobre el crecimiento sostenible.
Reflexionando sobre estos eventos, está claro que la economía española ha recorrido un largo camino desde los días de Franco. Aunque hoy disfrutamos de un nivel de vida superior al de finales de la dictadura, es crucial abordar los problemas estructurales que amenazan el futuro económico. Para enfrentar los desafíos venideros, la sociedad española debe dejar atrás el populismo y centrarse en políticas que promuevan la estabilidad económica y la independencia de las instituciones.