Las relaciones comerciales entre China y la Unión Europea (UE) han tomado un giro inesperado con el anuncio de aranceles severos a los productos cárnicos europeos. Esta medida se impone como represalia por las tasas que la UE aplicó a los vehículos eléctricos chinos en octubre de 2024.
Con un impacto directo en las empresas españolas, los nuevos aranceles pueden alcanzar hasta el 62%, dependiendo de la compañía, lo que plantea serios desafíos para la industria cárnica.
Detalles de las medidas comerciales chinas
El ministro de Comercio de China, Wang Wentao, ha declarado que las nuevas tarifas comenzarán a aplicarse el próximo 10 de septiembre.
Las tasas se diferenciarán según las empresas, con un mínimo del 15,6% para la firma española Litera Meat y un máximo del 62,4% para aquellas no listadas. Esto significa que muchas empresas españolas, incluidos gigantes como ElPozo y Campofrío, enfrentarán un arancel del 20% en sus exportaciones.
Esta situación es alarmante, dado que las exportaciones de productos cárnicos representan un pilar importante de la economía española.
La imposición de estos aranceles se justifica por prácticas de dumping, que China atribuye a las empresas europeas. Sin embargo, las autoridades de la UE han expresado su desacuerdo con estas acusaciones, argumentando que las investigaciones chinas están basadas en alegaciones cuestionables.
Olof Gill, portavoz de Comercio de la Comisión Europea, subrayó que están analizando la situación detenidamente antes de tomar decisiones al respecto.
Impacto en el sector porcino español
La industria cárnica española, que ha estado tratando de reponerse de una guerra arancelaria previa con Estados Unidos, se enfrenta ahora a un nuevo obstáculo.
En 2024, se exportaron aproximadamente 1.104 millones de euros en productos cárnicos a China, lo que representa cerca del 15% del total de exportaciones a este país. Sin embargo, estas nuevas tarifas podrían reducir considerablemente la competitividad de las empresas españolas en el mercado chino.
Giuseppe Aloisio, director general de la patronal Anice, expresó su preocupación por esta situación, señalando que las dificultades en el mercado chino ya eran evidentes antes de la imposición de estos aranceles. En el primer semestre de 2025, las exportaciones de carne habían comenzado a mostrar signos de recuperación, pero ahora el futuro se presenta incierto.
El contexto de la guerra comercial
Las tensiones comerciales entre China y la UE no son nuevas. En octubre de 2024, la UE impuso aranceles a los vehículos eléctricos chinos, argumentando prácticas desleales. Esta acción provocó una respuesta inmediata de China, que ha decidido actuar en el ámbito cárnico como respuesta. La UE y China son socios comerciales clave, y cualquier alteración en estos intercambios puede tener repercusiones significativas en ambas economías.
Las autoridades españolas y las asociaciones del sector están en alerta ante este nuevo desarrollo. Es crucial evaluar el impacto que tendrán estos aranceles en el comercio exterior español y cómo responderá la Comisión Europea en el contexto de la OMC. A medida que las negociaciones continúan, la incertidumbre se mantiene en el aire, y las empresas deben prepararse para un camino lleno de obstáculos.