En el ámbito financiero, bitcoin y oro son considerados activos de inversión, aunque cada uno cumple un papel distinto en el mercado. El oro ha sido históricamente visto como un activo refugio ante la incertidumbre económica, mientras que el bitcoin se ha presentado como el oro digital.
No obstante, en los últimos tiempos, el bitcoin ha comenzado a cuestionar su propia clasificación, especialmente en un contexto donde el oro ha demostrado su fortaleza en situaciones de crisis.
Durante el presente año, hemos observado un incremento notable en el valor del oro, superando incluso el rendimiento de los mercados de renta variable.
Este fenómeno ha llevado a los analistas a examinar más de cerca las características del bitcoin, que en determinadas circunstancias puede actuar como un activo diversificador, mientras que en otros casos se comporta como un activo de riesgo. Este comportamiento errático ha generado debates sobre la verdadera naturaleza del bitcoin en comparación con el oro.
Índice de contenido:
La relación histórica entre bitcoin y oro
Un estudio reciente de Lombard Odier ofrece una visión interesante sobre la comparación entre estos dos activos. Aunque resulta complicado realizar un análisis fundamental del bitcoin, los analistas sugieren que la relación entre el precio del bitcoin y el oro puede ser utilizada como un punto de referencia.
Este análisis revela que, históricamente, un bitcoin ha tenido el poder adquisitivo de aproximadamente 35 onzas de oro, cifra que se ha mantenido relativamente constante a lo largo del tiempo.
Variaciones de la relación entre bitcoin y oro
A principios de este año, un bitcoin equivalía a 35.6 onzas de oro, pero esa cifra ha disminuido a 25 onzas en la actualidad. Con el valor del bitcoin rondando los 100,000 dólares y el oro estabilizándose alrededor de los 4,000 dólares por onza, esta relación se ha vuelto más pertinente.
Sin embargo, el bitcoin ha sufrido una caída desde su pico histórico de 126,000 dólares hace un mes, mientras que el oro también ha experimentado correcciones desde su máximo de 4,400 dólares en octubre.
Los niveles de precios actuales han llevado al bitcoin a situarse significativamente por debajo de la relación de 35 onzas de oro, acercándose más bien a la media de los últimos cinco años. Lombard Odier destaca que entre 2025 y 2025, el promedio del bitcoin en términos de oro fue de 22 onzas, aunque con fluctuaciones extremas que reflejan la alta volatilidad de esta criptomoneda.
La volatilidad en el contexto de la inversión
La volatilidad del bitcoin es un aspecto crucial a tener en cuenta. Según los analistas, durante el ciclo de aumento de tasas de interés en 2025, el múltiplo del bitcoin llegó a caer a mínimos de 10 onzas. Este dato resalta la naturaleza cambiante y arriesgada del bitcoin en comparación con el oro, que tiende a ser más estable. En los últimos cinco años, el bitcoin ha alcanzado su máximo de 35 onzas en 2025, 2025 y nuevamente este año, marcando un patrón interesante en su valoración.
Implicaciones para los inversores
Un aspecto destacado por Lombard Odier es que, a pesar de que ambos activos comparten ciertos factores macroeconómicos, el bitcoin y el oro cumplen roles fundamentalmente diferentes en la inversión. La volatilidad anual del oro es comparable a la de las acciones globales, mientras que la del bitcoin es considerablemente más alta. Esto significa que una pequeña asignación del 2% a bitcoin en una cartera diversificada podría influir en aproximadamente un 10% de la volatilidad total de esa cartera.
Frente a la falta de un marco fundamental para determinar el precio objetivo del bitcoin, los analistas recurren al análisis técnico. Sugieren que si el oro alcanzara niveles de 4,500 dólares, esto podría ser coherente con un precio de bitcoin de aproximadamente 150,000 dólares, manteniendo así la relación de 35 onzas de oro por bitcoin. Estos escenarios representarían nuevos máximos históricos tanto para el oro como para el bitcoin, lo que resalta la interconexión entre estos dos activos.
