El Govern de Catalunya ha dado un paso significativo hacia la consolidación de su autonomía fiscal. Este martes, el ejecutivo presidido por Salvador Illa ha aprobado una modificación legislativa que permitirá a la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) reclutar personal de manera autónoma.
¿Te imaginas cómo esto podría cambiar el panorama fiscal en la región? Este cambio es fundamental para la futura implementación de la “Hacienda propia” y la “financiación bilateral”, dos pilares que el Govern se ha comprometido a desarrollar en el presente curso político.
Detalles de la modificación legislativa
La modificación que se ha aprobado forma parte de un proceso más amplio que busca transformar la ATC en el organismo encargado de la recaudación del IRPF en 2028, tal como se acordó en la última Comisión Bilateral entre el Estado y la Generalitat.
Desde su creación en 2006, la ATC solo ha gestionado tributos propios y cedidos, pero con esta nueva legislación, se busca que sea el embrión de una “Hacienda propia” que permitirá a Cataluña gestionar sus impuestos de manera independiente. ¿No crees que es un paso hacia una mayor autonomía?
El decreto que regula esta modificación establece que la ATC podrá crear dos cuerpos específicos de funcionarios: uno de Técnicos Tributarios y otro de Técnicos Superiores en Informática especializada en tributos.
Este movimiento es crucial para fortalecer la capacidad de la Agencia en términos de recursos humanos y técnicos, aspectos que se han identificado como limitaciones en un estudio encargado por el Govern a una filial de Indra. Este estudio evidenció la falta de personal y programas informáticos necesarios para asumir nuevos impuestos.
¿Te sorprende que la tecnología juegue un papel tan importante en esto?
Contexto político y objetivos
El inicio de este curso político es significativo para el Govern, ya que marca el regreso de las sesiones tras las vacaciones de verano.
Durante esta reunión, Illa ha dejado claro que la prioridad es avanzar en el despliegue de la “Hacienda propia” y la “financiación bilateral”. Estas iniciativas están en consonancia con los acuerdos alcanzados con ERC, los cuales facilitaron la investidura de Illa en agosto de 2024.
Sin embargo, el camino hacia la autonomía fiscal no está exento de obstáculos. Actualmente, los socialistas no cuentan con la mayoría en el Congreso para tramitar todas las reformas necesarias. Junts ha criticado duramente esta medida, acusando al Govern de “desnacionalizar” la Generalitat. Además, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha expresado su desconfianza hacia el compromiso del Gobierno español, especialmente en lo que respecta a la financiación interterritorial y el cumplimiento de acuerdos. ¿Será este un punto de quiebre en las relaciones entre Cataluña y el Gobierno central?
Perspectivas futuras
En los próximos meses, se espera que la Generalitat active una serie de reformas legales que permitirán dar forma a este nuevo modelo de financiación. El objetivo último es que la ATC adquiera progresivamente la experiencia necesaria en la gestión de impuestos complejos, como el IRPF, así como otros tributos importantes. Esta transición está programada para que se inicie con la primera campaña del IRPF en 2024, aunque la plena asunción de estas competencias se prevé para 2028.
El Govern de Illa ha dejado claro que están comprometidos con la implementación de estas reformas, a pesar de la incertidumbre política y de las dificultades que puedan surgir. Con la aprobación de este decreto, se inicia una nueva etapa en la historia fiscal de Cataluña, donde la autonomía y la capacidad de gestión serán las claves para el futuro económico. ¿Estamos ante el inicio de un cambio radical en la forma en que se manejan los impuestos en la región?