¿Alguna vez te has preguntado cómo el absentismo laboral afecta no solo a las empresas, sino también a la economía de un país? En España, este fenómeno se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza tanto para las compañías como para el Gobierno.
Las estadísticas son alarmantes: el coste del absentismo ha superado los 32.000 millones de euros y parece que esta cifra sigue en ascenso. Pero, ¿qué significa esto realmente para la competitividad y productividad del tejido empresarial? La situación necesita atención urgente y medidas efectivas para su control.
Costos del absentismo y sus implicaciones económicas
Según la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), el coste total del absentismo, que abarca tanto las cargas económicas para los empleadores como las prestaciones de la Seguridad Social, ha mostrado un crecimiento preocupante.
Para 2025, se estima que este coste superará los 32.000 millones de euros, lo que significa un aumento de más de 3.000 millones en comparación con el año anterior. ¿Te imaginas cómo repercute esto en la economía? Este incremento se debe a un alza del 10% en el coste del absentismo que hemos visto en lo que va del año.
Además, el número de procesos de baja laboral ha sobrepasado los 9,2 millones, con un foco especial en las bajas de larga duración, que ya alcanzan más de 210.000 casos. Estas cifras son significativamente mayores que las que había antes de la pandemia, lo que agrava la situación, especialmente para las pequeñas y medianas empresas.
Reacciones de las organizaciones empresariales
Recientemente, en una Junta de Gobierno de la patronal de las mutuas, líderes empresariales como Antonio Garamendi, presidente de CEOE, y Ángeles de Miguel, presidenta de Cepyme, han manifestado su inquietud por el impacto del absentismo en la competitividad.
Garamendi no tuvo reparos en afirmar que “la intensidad de las bajas laborales está generando un perjuicio sobre la competitividad y productividad empresarial”. Las organizaciones han propuesto medidas que incluyen dotar de recursos adecuados a los Servicios Públicos de Salud para mejorar diagnósticos y tratamientos.
Además, han pedido una mayor autonomía para las mutuas colaboradoras en la gestión de procesos de baja laboral, buscando optimizar la atención a los trabajadores y mejorar la eficiencia en la resolución de casos. ¿No sería más lógico confiar en las mutuas como parte de la solución y no como el problema? Este es el mensaje que las patronales quieren transmitir.
Propuestas y medidas para mitigar el absentismo
El Ministerio de Seguridad Social ha comenzado a implementar medidas para mitigar el impacto del absentismo. Una de las propuestas más destacadas es la reincorporación progresiva de trabajadores que han estado de baja por más de 180 días. Esta estrategia permite que retornen a sus puestos a media jornada, con un apoyo económico parcial de la Seguridad Social. Suena bien, ¿verdad? Esta iniciativa busca facilitar el retorno al trabajo y reducir el impacto económico de las bajas prolongadas.
A medida que se discuten y ajustan estas medidas, es vital que tanto el Gobierno como las organizaciones empresariales colaboren para abordar de manera efectiva el absentismo laboral. Con el crecimiento sostenido de este fenómeno, implementar soluciones que no solo reduzcan los costos, sino que también mejoren el bienestar y la productividad de los trabajadores, es más importante que nunca.