Índice de contenido:
1. Rendimiento histórico de ETF y fondos mutuos
En la última década, los ETF han registrado un rendimiento promedio anual del 10%, superando el 8% de los fondos mutuos. Esta diferencia se atribuye a las menores comisiones de gestión de los ETF, que rondan el 0.25%, frente al 1% que suelen cobrar los fondos mutuos.
2. Liquidez y facilidad de negociación
Los ETF se transaccionan en bolsas, permitiendo a los inversores comprar y vender en tiempo real. En contraste, los fondos mutuos se liquidan al final del día. En 2024, el volumen diario de negociación de ETF alcanzó los 10 mil millones de dólares, lo que evidencia una creciente demanda por la liquidez en el mercado.
3. Diversificación de inversiones
Los fondos mutuos suelen ofrecer una mayor diversificación, permitiendo a los inversores acceder a una amplia gama de activos en un único producto. Según datos de Morningstar, un fondo mutuo promedio posee alrededor de 150 activos, mientras que un ETF puede contener entre 20 y 100 activos.
4. Implicaciones fiscales
Desde el punto de vista fiscal, los ETF son generalmente más eficientes. Su estructura permite a los inversores reducir las ganancias de capital. En 2023, el 35% de los ETF reportaron distribuciones de ganancias inferiores al 5%, en comparación con el 70% de los fondos mutuos que superaron este umbral.
5. Costos totales de propiedad
Al evaluar el costo total de propiedad, que incluye comisiones, gastos operativos y posibles impuestos, los ETF resultan más competitivos. En 2025, el costo promedio total de un ETF fue del 0.45%, mientras que los fondos mutuos promediaron un 1.2%.