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Comprendiendo el impacto económico del absentismo en España

El absentismo laboral se ha convertido en un desafío significativo para la economía de España, con un costo estimado de 45.000 millones de euros anuales. Un estudio de la Fundación Civismo señala que España presenta una de las tasas de absentismo más altas entre las principales economías europeas, lo que genera preocupación sobre su crecimiento económico a largo plazo.

Actualmente, la tasa de absentismo ronda el 7%, lo que equivale a aproximadamente 1,52 millones de empleados ausentes diariamente. Estos números tienen implicaciones profundas. Es relevante destacar que alrededor de 330.000 de estos ausentes no cuentan con una baja médica, lo que representa aproximadamente el 20% del total de ausencias.

Las repercusiones económicas del absentismo

Un informe del Centro de Análisis de la Fundación Civismo resalta que las consecuencias del absentismo trascienden a las empresas individuales, impactando directamente en la productividad y competitividad nacional. El costo económico asociado al absentismo podría reducir el PIB del país entre 3 y 3,5 puntos porcentuales.

Así, España enfrenta una situación alarmante respecto al absentismo. Estadísticas de Eurostat indican que el país se encuentra entre aquellos con la mayor incidencia de ausencias relacionadas con problemas de salud en Europa. A finales de 2023, la tasa estandarizada para España fue del 6,5%, superando significativamente la media europea de 4,7%.

Esta situación es aún más evidente al compararla con otras economías líderes, como Alemania (4,8%), Italia (4,2%) y los Paises Bajos (4,3%), que reportan tasas de absentismo mucho más bajas.

Tendencias de la última década

En los últimos diez años, se ha evidenciado una creciente brecha en las tasas de absentismo. En 2013, las estadísticas de España estaban relativamente alineadas con la media europea de alrededor de 3,5%. Sin embargo, desde entonces, España ha experimentado un aumento notable, superando la media europea en casi dos puntos porcentuales para 2023.

Los expertos atribuyen esta discrepancia a diversos factores estructurales internos, incluyendo la organización del sistema de incapacidad temporal, el perfil demográfico de la fuerza laboral y la especialización industrial.

La influencia de las prácticas de gestión en el absentismo

La OCDE destaca que España se encuentra entre los países con la mayor duración promedio de las bajas médicas y días de trabajo perdidos. A diferencia de naciones como Alemania y los Paises Bajos, donde las empresas asumen una mayor parte de la responsabilidad en la gestión de bajas por enfermedad, el sistema español carga este peso financiero al Sistema de Seguridad Social.

Este enfoque estructural resulta en una duración promedio para contingencias comunes que excede los 40 días en España, mientras que en Alemania y los Países Bajos, los promedios oscilan entre 25 y 30 días. La combinación de duraciones prolongadas de ausencia, escaso control y una planificación inadecuada para la reintegración laboral contribuye a aumentar la presión sobre las finanzas públicas.

Desigualdades sectoriales y regionales en las tasas de absentismo

Datos recientes de Randstad revelan que ciertos sectores presentan tasas de absentismo particularmente altas. Por ejemplo, industrias como los servicios postales y de mensajería (12,1%), el mantenimiento de edificios y jardinería (11,5%) y los servicios de atención residencial (10,7%) muestran algunos de los niveles más altos de absentismo.

A nivel regional, algunas áreas también reportan tasas que superan la media nacional del 7%. Estas incluyen Cantabria (9,2%), Canarias (8,8%) y el País Vasco (8,6%). En contraste, regiones como las Islas Baleares (5,5%) y La Rioja (6,1%) presentan niveles más bajos de absentismo.

Mientras España continúa enfrentándose a las ramificaciones económicas del absentismo, el análisis continuo y la intervención serán cruciales para abordar este apremiante problema.

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