La economía colombiana, al igual que la de muchos países del mundo, ha sufrido uno de los impactos más severos a raíz de la pandemia del Covid-19. Tras un 2019 que reflejó un crecimiento notable del 3,3%, las proyecciones para 2020 eran optimistas, con expectativas de alcanzar un crecimiento del 3,5%.
Sin embargo, el primer trimestre del año se vio interrumpido por dos eventos cruciales: la rápida propagación del Covid-19 y la caída drástica del precio internacional del petróleo. Este escenario ha llevado a varios estudios a analizar las consecuencias de la pandemia en la economía nacional, con un enfoque particular en la variabilidad de los impactos a nivel regional.
Impactos económicos y previsiones
Analistas como Mejía (2020) advierten que si la operación de los sectores económicos se reduce entre un 37% y un 49% debido a las medidas de aislamiento, el costo económico podría oscilar entre 48 y 65 billones de pesos mensuales, representando entre el 4,5% y el 6,1% del PIB.
Por otro lado, el CEDE (2020) señala que el cierre de sectores vulnerables podría costar al menos el 10% del PIB cada mes. Esta situación pone de manifiesto la magnitud del impacto que la pandemia tiene sobre la economía colombiana, resaltando la necesidad de un análisis más profundo que contemple las diferencias regionales.
Los distintos territorios del país experimentarán efectos desiguales, basados en la severidad de la pandemia, la estructura económica local y el nivel de informalidad en el mercado laboral. En este contexto, ¿cómo influyen estas variables en el bienestar económico de cada región durante la crisis?
Análisis regional y sectorial del impacto
Este estudio busca contribuir al entendimiento del impacto del Covid-19 desde una perspectiva regional y sectorial. Utilizando un modelo insumo-producto basado en la estructura económica de 2015 y ajustado a los precios de 2019, se pretende estimar las pérdidas económicas resultantes de la reducción de empleados formales e informales en diferentes sectores.
Los resultados preliminares sugieren que las pérdidas económicas pueden variar entre $4,6 billones y $59 billones por mes, dependiendo de los escenarios de aislamiento considerados. Estos datos reflejan entre el 0,5% y el 6,1% del PIB nacional.
El sector de servicios se destaca como el más afectado, con actividades como el alojamiento y la alimentación, servicios inmobiliarios, servicios administrativos, actividades profesionales y la construcción enfrentando los mayores retos. Esto subraya la fragilidad de estos sectores en tiempos de crisis y la urgencia de implementar medidas que mitiguen el impacto.
Distribución de pérdidas y sectores vulnerables
En cuanto a la distribución regional de las pérdidas, Bogotá, Antioquia y Valle del Cauca son las regiones que más contribuyen a la pérdida total en todos los escenarios analizados. Estas áreas, debido a su concentración de actividad económica, se ven particularmente afectadas por las restricciones impuestas por la pandemia. En contraste, regiones como Boyacá, San Andrés, Santander y Valle del Cauca se identifican como las más vulnerables al aislamiento, destacando la necesidad de políticas específicas que aborden las realidades locales.
Es fundamental que las autoridades y los responsables de la formulación de políticas consideren estas diferencias regionales al diseñar estrategias de recuperación económica. La respuesta a la crisis debe ser multidimensional y adaptada a las características únicas de cada región, garantizando que las medidas de apoyo lleguen a los sectores y áreas más afectados.