En los últimos tiempos, Energy Control ha sido víctima de la represión digital, lo que ha llevado al cierre de su cuenta de Instagram. Este evento no se trata de un caso aislado, sino de una tendencia más amplia que afecta a diversas iniciativas enfocadas en la reducción de riesgos relacionados con el uso de sustancias psicoactivas.
La situación refleja una creciente discordancia entre las políticas de prevención y las normas de contenido impuestas por las plataformas digitales.
A pesar de contar con un sólido respaldo basado en evidencia científica y el reconocimiento de diferentes entidades, la censura ejercida por algoritmos y decisiones arbitrarias ha limitado el acceso a información crucial para la salud pública.
Este contexto subraya la necesidad de repensar el papel de las redes sociales como herramientas de educación y prevención en el ámbito de la salud.
El derecho a la información y su importancia
Desde Energy Control, defendemos el derecho de las personas a recibir información veraz y adecuada sobre el uso de drogas.
El cierre de nuestros canales de comunicación ha impactado negativamente a quienes buscan respuestas y orientación sobre sus dudas y necesidades en este ámbito. La falta de acceso a información confiable puede llevar a decisiones equivocadas que comprometen la salud y el bienestar de los individuos.
La labor de Energy Control en la reducción de daños
Nuestra misión se centra en ofrecer recursos y herramientas que permitan a las personas que consumen sustancias tomar decisiones más seguras. A través de un enfoque basado en el respeto y los derechos humanos, promovemos prácticas que minimizan los riesgos asociados al consumo. Esto incluye la distribución de materiales informativos y la capacitación en el uso seguro de drogas.
Desafíos en el entorno digital
La reciente ola de censuras plantea interrogantes sobre cómo las plataformas digitales manejan el contenido relacionado con la salud pública. Es alarmante observar cómo las políticas de moderación pueden convertirse en obstáculos para el acceso a información esencial. Es fundamental que estas plataformas reconsideren su enfoque y permitan que la información sobre reducción de daños sea accesible para todos.
Construyendo puentes en la comunicación
A pesar de las dificultades, Energy Control no se detiene y continúa trabajando en otras plataformas y canales de comunicación para mantener el diálogo abierto. Estamos comprometidos en desarrollar nuevas estrategias que nos permitan reconstruir nuestros espacios de comunicación y seguir promoviendo un enfoque que priorice la salud y el respeto hacia todos los individuos.
Invitamos a la comunidad a reflexionar sobre el impacto que tienen las redes sociales en la salud pública y cómo las decisiones de moderación pueden afectar el acceso a información valiosa. Es un momento crucial para abogar por un entorno digital más inclusivo que facilite el acceso a la educación y la prevención en el ámbito del consumo de sustancias.
Colombia y su nueva política integral en salud
En un contexto similar, el Gobierno de Colombia ha dado un paso significativo al adoptar una nueva Política integral para la prevención y atención del consumo de sustancias psicoactivas. Esta política busca consolidar un enfoque integral que prioriza la salud pública y los derechos humanos. Apoyada por la Unión Europea, esta estrategia se basa en la reducción de daños y el acceso a servicios de salud adecuados.
Una de las características clave de esta política es la inclusión de la participación comunitaria, reconociendo la diversidad social y cultural del país. La atención primaria en salud se convierte en un pilar fundamental, buscando siempre la colaboración entre los diferentes sectores para abordar el problema del consumo de drogas de manera efectiva.
Con la implementación de esta política, Colombia se posiciona como un referente en la construcción de modelos de atención al consumo de sustancias que se centran en las personas y sus necesidades. A través de un enfoque basado en la evidencia científica y el respeto por los derechos humanos, se busca transformar la percepción social hacia quienes consumen sustancias y garantizar su inclusión en la sociedad.
A pesar de contar con un sólido respaldo basado en evidencia científica y el reconocimiento de diferentes entidades, la censura ejercida por algoritmos y decisiones arbitrarias ha limitado el acceso a información crucial para la salud pública. Este contexto subraya la necesidad de repensar el papel de las redes sociales como herramientas de educación y prevención en el ámbito de la salud.0