En el mundo de las criptomonedas, las dinámicas del mercado pueden cambiar drásticamente en poco tiempo. Strategy, una de las principales empresas en el sector, ha sido testigo de cómo su modelo de negocio ha comenzado a tambalearse. Fundada por Michael Saylor, la compañía se ha convertido en el mayor poseedor de bitcoin después de Satoshi Nakamoto, pero ahora se encuentra en una encrucijada peligrosa.
Desde su conversión en un activo cripto, Strategy ha visto un crecimiento exponencial, pasando de tener un valor de 1.195 millones de dólares en 2025 a una valoración actual de aproximadamente 50.000 millones. Sin embargo, la reciente caída en el valor de bitcoin ha planteado serias dudas sobre la viabilidad de su modelo de negocio.
La estrategia de acumulación de bitcoins
La esencia del modelo de Strategy radica en la adquisición de bitcoins, lo que ha impulsado su valor en bolsa. A través de una estrategia de financiamiento que incluye la emisión de deuda con tasas de interés bajas, la empresa ha podido aumentar su cartera de criptomonedas.
Esta táctica ha funcionado bien en el pasado, llevando a la empresa a un crecimiento asombroso de más del 3.000% entre finales de 2019 y 2025.
No obstante, con el reciente descenso del valor de bitcoin en un 27% desde sus máximos históricos, la situación se ha vuelto crítica. La capitalización de Strategy ha caído por debajo del valor de sus activos, lo que pone en tela de juicio la sostenibilidad de su modelo. La dependencia de la entrada constante de capital de inversores es ahora más evidente que nunca.
Riesgos asociados al modelo de negocio
El riesgo principal que enfrenta Strategy es la posibilidad de ser excluida de índices como el S&P 500, un cambio que podría llevar a una reducción drástica en su capitalización. Según analistas de JP Morgan, si la empresa es excluida de índices relevantes, podría enfrentar ventas forzadas que podrían alcanzar hasta 8.800 millones de dólares. Esto tendría un efecto negativo en su capacidad para atraer nuevos inversores y refinanciar su deuda.
Además, la estrategia de emitir bonos convertibles ha permitido a Strategy acumular una enorme cantidad de bitcoin, pero con el tiempo, esta deuda debe ser repagada. La primera obligación vence en 2028, lo que significa que la empresa necesita un flujo continuo de ingresos para evitar problemas financieros.
El futuro incierto de Strategy
La situación de Strategy también refleja una tendencia más amplia en el mercado de criptomonedas, donde la competencia ha aumentado significativamente. La proliferación de empresas que han adoptado modelos similares ha disminuido el atractivo único de Strategy como la vía principal para invertir en bitcoin. Esto, junto con la emisión continua de nuevas acciones, ha comenzado a ejercer presión sobre el precio de sus acciones.
En este contexto, la respuesta de Saylor a las críticas ha sido clara: él defiende que Strategy no es un fondo o una empresa de gestión de activos, sino una firma operativa con un negocio de software. Sin embargo, el mercado puede tener la última palabra, y la falta de actividad relacionada con índices podría resultar en una disminución de la liquidez, lo que a su vez haría que la empresa sea aún menos atractiva para los inversores.
Desafíos del mercado cripto
La reciente caída en el valor de bitcoin y otros activos digitales ha llevado a algunas empresas a deshacerse de sus tenencias de criptomonedas. Por ejemplo, Sequans Communications vendió parte de sus bitcoins para reducir su deuda, un movimiento que contradice la filosofía de acumulación que ha impulsado a Strategy. Este cambio en la narrativa del mercado plantea serias cuestiones sobre la estrategia a largo plazo de la empresa y su capacidad para adaptarse a un entorno cambiante.
Mientras Michael Saylor mantiene su fe en el futuro de su empresa, la presión del mercado y las condiciones económicas actuales están reformulando la narrativa en torno a Strategy. La pregunta que queda es si podrá sobrevivir a esta tormenta o si el cántaro de su modelo de negocio se romperá antes de que pueda estabilizarse.