El efecto de la eliminación de viviendas turísticas en Barcelona: ¿Beneficio o perjuicio?

La propuesta de Collboni para eliminar las viviendas turísticas podría generar un impacto significativo en el mercado de alquiler en Barcelona.

El debate sobre las viviendas de uso turístico en Barcelona

Desde que Ada Colau asumió como alcaldesa de Barcelona en mayo de 2015, la ciudad ha estado en el centro de una controversia en torno a las viviendas de uso turístico (VUT).

Colau impuso una moratoria en la concesión de nuevas licencias de VUT, con el objetivo de reducir la dependencia económica del turismo y controlar el aumento del costo del alquiler. A pesar de que el número de licencias creció levemente durante sus dos mandatos, el precio de los arrendamientos se disparó un 52.5%.

Este fenómeno ha suscitado interrogantes sobre la relación entre la oferta de VUT y el precio del alquiler en distintos distritos de la ciudad.

Entre 2015 y 2025, el análisis de la evolución del precio del alquiler y la disponibilidad de VUT revela que en algunas áreas no existe una correlación directa entre ambas variables.

Un estudio de Idealista indica que el alquiler convencional aumentó más en zonas con menos disponibilidad de VUT, destacando un incremento del 57.6% en Nou Barris y del 56.2% en Sant Andreu.

La promesa de Jaume Collboni

El actual alcalde, Jaume Collboni, ha propuesto eliminar las VUT para 2028, un compromiso que su predecesora no se atrevió a implementar. Su argumento se basa en que esta medida facilitaría el acceso a la vivienda para los barceloneses. Sin embargo, muchos consideran que esta afirmación es más bien populista y difícil de creer. Para respaldar su propuesta, el ayuntamiento ha encargado un estudio a expertos del Instituto de Economía de Barcelona, que sugiere una posible disminución del precio de los alquileres de entre el 8% y el 13.4%, así como del 6.1% en el precio de compra.

Cuestionando la viabilidad del estudio

Desde una perspectiva crítica, los resultados presentados por el estudio parecen inverosímiles. La Generalitat ha clasificado a Barcelona como una zona tensionada, lo que implica controles en los precios de alquiler. Esto significa que los propietarios solo pueden cobrar precios de mercado en viviendas de menos de cinco años de antigüedad, un número reducido debido a las regulaciones que obligan a destinar un 30% de las nuevas construcciones a viviendas protegidas (VPO).

Además, para los propietarios con viviendas de más de cinco años, el control de precios les obliga a ofrecer descuentos significativos a los inquilinos. Esto hace que la rentabilidad del alquiler convencional sea menos atractiva en comparación con las VUT, que ofrecen mejores rendimientos financieros.

Las consecuencias potenciales de la eliminación de las VUT

Si la propuesta de Collboni se lleva a cabo y las VUT desaparecen, es probable que sus propietarios no opten por arrendar sus propiedades de forma convencional. Muchos podrían elegir vender estas viviendas, generando una ganancia significativa, o convertirlas en alquileres de temporada si la legislación lo permite. Otros simplemente dejarían sus propiedades vacías, esperando mejores tiempos para el mercado inmobiliario en Barcelona.

Impacto en el mercado de alquiler y en la economía local

La eliminación de las VUT podría no tener el impacto deseado en el mercado de alquiler de la ciudad. Con una demanda que excede la oferta, la reducción en el número de VUT no necesariamente se traduciría en precios más bajos en el alquiler convencional. En distritos como Ciutat Vella, donde la concentración de VUT es mayor, el efecto podría ser aún menos significativo que en áreas como Nou Barris o Horta-Guinardó, donde la presencia de estas licencias es casi nula.

Los datos actuales indican que el número de licencias de VUT en Barcelona se sitúa en alrededor de 10,295, lo que representa solo un 1.26% de las viviendas censadas. Por tanto, la idea de que la eliminación total de estas licencias podría resultar en una disminución del 6.1% en los precios de la vivienda usada parece poco probable, especialmente si las propiedades se ponen a la venta de manera simultánea.

Adicionalmente, el atractivo de estas propiedades, debido a su calidad y ubicación, las hace deseables para los inversores, tanto locales como extranjeros. En un mercado inmobiliario en auge, la venta rápida de estas viviendas es poco probable, ya que sus propietarios preferirán esperar para maximizar sus beneficios.

Reflexiones sobre la propuesta de Collboni

La eliminación de las VUT en 2028 podría no resultar en una reducción significativa de los precios de alquiler o de compra. En lugar de beneficiar a los hogares de bajos ingresos, es probable que la medida favorezca a las familias de clase media-alta, dado que la presencia de VUT es mínima en distritos con mayores necesidades de vivienda. Desde un enfoque económico y social, la eliminación de las VUT podría generar más problemas que soluciones, afectando la competitividad del sector turístico y la economía local, ya que estas propiedades contribuyen a un flujo de ingresos que supera el que generan los hoteles.

Scritto da Staff

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