La escasez de agua se presenta como un desafío crucial que podría frenar el progreso económico y social en la Comunitat Valenciana en el futuro cercano. Expertos advierten que, aunque la situación es preocupante, aún hay margen para mitigar sus efectos mediante una gestión proactiva y una financiación adecuada.
No obstante, esto exige un enfoque estratégico y un compromiso firme por parte de las autoridades.
La necesidad de una inversión sostenida
Durante su intervención en el IV Foro Económico de la Comunitat Valenciana, organizado por EL ESPAÑOL, el director general de Facsa, José Claramonte, subrayó la urgencia de contar con recursos financieros que garanticen la seguridad hídrica.
Claramonte advirtió que ignorar esta problemática hoy podría conllevar un costo mayor en el futuro. “No actuar no significa ahorro, sino un gasto mayor más adelante”, señaló, instando a un análisis detallado de los efectos económicos de la crisis del agua.
Impacto de los fenómenos climáticos extremos
El cambio climático y sus consecuencias se han convertido en uno de los desafíos más apremiantes en la gestión del agua. Recientemente, Facsa presentó un estudio que revela un aumento notable en la frecuencia y severidad de los fenómenos climáticos extremos. Esta situación representa un serio riesgo para el suministro de agua en diversas regiones.
“El objetivo de este informe es cuantificar los impactos económicos de estos fenómenos y mantener viva la discusión sobre la importancia del agua en los foros públicos”, explicó el portavoz Claramonte. La creciente preocupación por la escasez de agua obliga a repensar estrategias y soluciones que aseguren un acceso sostenible a este recurso vital.
Planificación y ejecución en todos los niveles
Frente a la crisis hídrica, es crucial que haya una planificación coordinada entre las distintas instancias gubernamentales. Claramonte enfatizó la importancia de que todas las administraciones, desde el ámbito local hasta el nacional, pongan en marcha estrategias efectivas. “El agua es un recurso vital para cualquier actividad económica y su escasez puede generar tensiones sociales”, advirtió.
Inversiones en infraestructuras hidráulicas
El director general de Facsa expresó su preocupación por el hecho de que las inversiones en infraestructuras hidráulicas a largo plazo suelen ser relegadas en los presupuestos públicos. Esta tendencia puede acarrear consecuencias graves en el futuro. “La visión a corto plazo predomina en las decisiones presupuestarias”, destacó. Además, hizo un llamado a la conciencia y la educación en este ámbito, especialmente entre los políticos. “La sociedad ya reconoce que la inversión es crucial para garantizar la seguridad hídrica”, subrayó.
Nuevas alternativas de financiación para el agua
Buscar nuevas formas de financiación se ha vuelto esencial para desarrollar infraestructuras que aseguren el acceso al agua. En este contexto, Claramonte subraya la importancia de involucrar al sector privado en el proceso. “Si queremos una seguridad hídrica adecuada, necesitamos inversión”, afirmó, advirtiendo que la Comunitat Valenciana podría enfrentar una grave escasez de agua que comprometería su bienestar si no se actúa de inmediato.
Además, el cambio climático, que impacta de manera significativa en la península, debe ser un eje central en las políticas locales. “Aunque tenemos planes, la ejecución efectiva es un desafío. Para facilitar esto, es crucial contar con una financiación estable a medio y largo plazo”, concluyó Claramonte, resaltando la necesidad de un enfoque más riguroso en la gestión del agua.
El IV Foro Económico de la Comunitat Valenciana, promovido por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores, se llevó a cabo con la participación de destacados líderes del ámbito institucional y empresarial. Entre ellos, destacan el presidente ejecutivo de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, y el nuevo presidente de la Generalitat Valenciana, Juan Francisco Pérez Llorca.