El bienestar social de una comunidad no debería depender únicamente de las administraciones autonómicas o del gobierno central. En este contexto, el secretario general de la FEMP, Luis Martínez-Sicluna, ha subrayado la importancia de los ayuntamientos en la lucha contra la pobreza infantil.
Durante su intervención en el Congreso, expuso cómo los municipios, aunque no tengan la obligación legal de gestionar ciertos servicios sociales, han asumido responsabilidades esenciales para el bienestar de sus ciudadanos.
Los retos de los ayuntamientos en la atención social
La atención social primaria es una responsabilidad que, aunque se asigna a las comunidades autónomas, recae principalmente en los municipios. Esto implica un esfuerzo considerable por parte de los ayuntamientos para atender necesidades que, a menudo, carecen de un respaldo adecuado en términos de financiación y recursos.
Desde 2018 hasta 2025, se ha evidenciado un incremento en el gasto no obligatorio que los municipios destinan a servicios esenciales, especialmente en localidades con menos de 5,000 habitantes.
El compromiso de los ayuntamientos
Los ayuntamientos están demostrando un compromiso firme al ir más allá de sus obligaciones legales. Se dedican a atender las necesidades reales de sus comunidades. Sin embargo, esta labor se encuentra frecuentemente obstaculizada por la falta de recursos económicos. Según Martínez-Sicluna, es indispensable e urgente contar con financiación adicional para potenciar las políticas locales que combatan la pobreza infantil.
Iniciativas para erradicar la pobreza infantil
La erradicación de la pobreza infantil requiere acciones coordinadas y efectivas. En este contexto, la FEMP ha promovido la inclusión de la lucha contra la pobreza en todas las políticas públicas. A través de redes como la Red de Inclusión Social y su participación en la Garantía Infantil Europea, se busca mejorar la situación de los menores en riesgo de exclusión.
Programas destacados
Un ejemplo relevante es el proyecto Ciudades Amigas de la Infancia, promovido por UNICEF, en el que participan 321 municipios españoles. Esta iniciativa busca crear un entorno más seguro y acogedor para los niños. Los gobiernos locales tienen la capacidad de implementar programas efectivos que aborden la pobreza infantil, siempre que reciban el apoyo necesario.
La importancia de la colaboración interinstitucional
La cooperación entre distintas administraciones públicas y el tercer sector es esencial para enfrentar la compleja problemática de la pobreza. Según Martínez-Sicluna, el acceso a vivienda se ha convertido en un factor crítico que perpetúa esta situación y afecta gravemente a las familias. La carencia de recursos para adquirir o alquilar una vivienda digna contribuye a la cronificación de la pobreza en muchas comunidades.
El secretario general de la FEMP destacó que los municipios desempeñan un papel crucial en el desarrollo de estrategias para un crecimiento sostenible e inclusivo. Erradicar la pobreza infantil debe ser un objetivo compartido, un esfuerzo que requiere el respaldo de todos los niveles de gobierno. La intervención de Martínez-Sicluna en el Congreso no solo subraya la relevancia de los ayuntamientos, sino que también convoca a la acción y a la colaboración para abordar esta problemática de manera efectiva.