En Kayes, una región de Malí, se está gestando un cambio significativo impulsado por las mujeres y la economía solidaria. En este contexto, el microcrédito ha dejado de ser un simple préstamo para convertirse en una herramienta esencial que vincula la autonomía económica con el acceso a la salud.
Gracias a la colaboración entre la Unión Técnica de la Mutualidad Maliense (UTM), la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Comunidad de Madrid, se destaca la importancia de las mutuas de salud, que actúan como un pilar fundamental del bienestar social en esta comunidad.
El papel de las mutuas de salud en la comunidad
Las mutuas de salud en Malí desempeñan un papel crucial, no solo facilitando el acceso a servicios de salud para las personas que pertenecen a la economía informal, que representa el 78% de la población, sino también contribuyendo a la cohesión social y la organización comunitaria.
Sin embargo, en un entorno donde las mujeres a menudo son cabezas de familia, su capacidad para participar en estas mutuas depende en gran medida de su estabilidad económica. Aquí es donde el microcrédito se convierte en un recurso vital.
Fortalecimiento de la autonomía femenina
La iniciativa tiene un objetivo claro: empoderar a las mujeres y asegurar su fidelización a las mutuas, lo que les permite disfrutar de atención sanitaria de calidad a un costo accesible. La autonomía financiera no solo mejora su situación económica, sino que también se traduce en una mayor seguridad en el ámbito de la salud.
Un enfoque integral: capacitación y acompañamiento
Antes de acceder a los microcréditos, las beneficiarias participan en un proceso de formación que abarca aspectos como el emprendimiento, la gestión del microcrédito y la orientación específica según la actividad que desean desarrollar. Estas formaciones no solo proporcionan conocimientos técnicos, sino que también buscan fortalecer la confianza de las mujeres, permitiéndoles manejar con seguridad sus iniciativas económicas.
Proyectos impulsados por mujeres
Una vez completadas las capacitaciones, se establecen acuerdos entre las mutuas y cada mujer beneficiaria, garantizando una gestión transparente de los recursos. Hasta la fecha, se han puesto en marcha 275 iniciativas individuales y 25 colectivas, todas lideradas por mujeres. Estas iniciativas incluyen desde pequeños comercios hasta la ampliación de huertos familiares y la cría de animales, lo que representa una oportunidad única para que las mujeres generen ingresos de forma estable.
El impacto de estas actividades se siente en el hogar, donde la participación activa de las mujeres en la economía familiar se traduce en decisiones más equilibradas y en un fortalecimiento del bienestar familiar.
Apoyo continuo y seguimiento en el proceso
Después de la entrega de los fondos, la UTM, junto con las mutuas locales y expertos en el área, realiza visitas de seguimiento a cada uno de los proyectos. Estas reuniones son esenciales para monitorear el progreso, resolver inquietudes y ofrecer asesoría técnica. Durante estos encuentros, las mujeres comparten sus logros y desafíos, creando un espacio de confianza y colaboración que ayuda a mantener vivas sus iniciativas.
Este programa de microcréditos no solo tiene el potencial de fortalecer el movimiento mutualista en Malí, sino que también busca garantizar que más mujeres puedan cumplir con sus obligaciones en las mutuas y, por ende, acceder a servicios de salud accesibles y de calidad.
La verdadera esencia de esta iniciativa radica en la apuesta por las mujeres: su capacidad para emprender, adaptarse y contribuir al sustento de sus familias y comunidades. Al proporcionar a las mujeres acceso a recursos económicos y a redes de apoyo, se mejora no solo su salud, sino la calidad de vida de toda la comunidad.