En recientes discusiones, el gobierno británico ha subrayado los efectos perjudiciales de Brexit en el desempeño económico del país. Estos desafíos se han manifestado en una productividad estancada, un potencial de crecimiento reducido y la inminente necesidad de aumentos de impuestos que podrían alcanzar los £35 mil millones.
Además, el Banco de Inglaterra ha respaldado estas afirmaciones, advirtiendo sobre las repercusiones negativas que sigue teniendo la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
El actual gobierno, dirigido por Keir Starmer, junto con el Banco de Inglaterra, ha reavivado la conversación sobre las consecuencias económicas del Brexit.
Durante reuniones en Washington, tras recientes deliberaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la canciller Rachel Reeves reconoció que la productividad del Reino Unido ha sufrido desde la salida de la UE. El gobernador Andrew Bailey enfatizó que las perspectivas de crecimiento económico a largo plazo siguen siendo sombrías.
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La percepción pública de las consecuencias del Brexit
A pesar de que el Brexit estuvo en gran medida ausente de la campaña que llevó al partido Laborista al poder en julio de 2024, el sentimiento público revela un descontento significativo.
Según una reciente encuesta de YouGov, el 56% de los encuestados considera que la salida de la UE fue un error, mientras que el 65% percibe los resultados económicos como negativos.
Productividad: un tema clave
Una de las principales preocupaciones derivadas del Brexit es la disminución de los niveles de productividad.
Se anticipa que la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) revise sus pronósticos de crecimiento a la baja, indicando que por cada décima porcentual de disminución, el PIB del Reino Unido podría sufrir una pérdida de £18 mil millones. Esto representa un desafío significativo para el gobierno mientras busca gestionar sus responsabilidades fiscales.
Tras un considerable aumento de impuestos de £46 mil millones en octubre de 2024, la canciller Reeves ha señalado que es poco probable que haya más grandes incrementos impositivos durante el actual mandato legislativo. En cambio, espera una recuperación del PIB y los ingresos a través de las políticas económicas del Laborismo. Sin embargo, con la estancación tanto de la economía como de la productividad, Downing Street enfrenta un dilema urgente para equilibrar el presupuesto. Se espera un ajuste de £30 mil millones, y con las crecientes demandas de gasto público y los compromisos con la estabilidad fiscal, la pregunta clave es cuántos impuestos deberán aumentarse. La respuesta se revelará en los próximos informes financieros el 26 de noviembre.
Implicaciones económicas a largo plazo
La canciller Reeves no escatimó palabras al afirmar la gravedad y permanencia del impacto del Brexit. Comentó en Sky News que el desafío de productividad ha empeorado significativamente debido a la forma en que el Reino Unido salió de la UE. Según las últimas estimaciones fiables de la OBR, se proyecta que el efecto a largo plazo del Brexit sea una reducción del 4% en el potencial económico.
El Banco de Inglaterra también ha identificado al Brexit como un factor contribuyente a la disminución del potencial de crecimiento anual del Reino Unido. En los últimos quince años, este potencial ha disminuido del 2.5% al 1.5%, en gran parte debido al lento crecimiento de la productividad, el envejecimiento de la población, las barreras comerciales y las políticas económicas implementadas tras el Brexit.
Ajustes y expectativas futuras
No obstante, el gobernador Andrew Bailey ha expresado cierto optimismo, sugiriendo que a largo plazo podría haber ajustes que podrían compensar parcialmente estas consecuencias negativas. Mencionó que los avances en la innovación tecnológica, incluida la aparición de la inteligencia artificial, podrían desempeñar un papel en la revitalización de la economía.
El FMI proyecta que la economía del Reino Unido crecerá un 1.3% en 2025, posicionándola como la segunda economía de más rápido crecimiento dentro del G7. Sin embargo, al considerar el crecimiento per cápita, se anticipa que el Reino Unido se rezagará, logrando un mero incremento del 0.4%, el más bajo en el G7. Las tasas de inflación, que se espera que permanezcan por encima del objetivo del 2%, se proyectan en alrededor del 3.4% para el año fiscal actual.