En 2026, Banco Sabadell enfrenta un reto significativo tras la decisión de desprenderse de su filial británica TSB. Este movimiento, considerado una defensa ante la oferta hostil de BBVA, ha dejado a la entidad catalana en una posición delicada, obligándola a demostrar su capacidad de mantener un negocio saludable sin el respaldo financiero que proporcionaba TSB.
A pesar de las complicaciones, la venta de la filial ha permitido a Sabadell repartir un dividendo histórico, un paso crucial que ha influido en la percepción de los inversores ante la oferta de adquisición. Sin embargo, esta operación ha generado un vacío notable en los resultados financieros de la entidad, lo que añade presión a su futuro.
Un nuevo comienzo para Banco Sabadell
De acuerdo con analistas de Bloomberg Intelligence, la sólida posición de Sabadell en el mercado español, junto con un crecimiento notable en el sector de créditos, debería facilitarle la tarea de compensar la pérdida de TSB en el corto plazo.
No obstante, también advierten que la venta puede afectar negativamente las métricas de calidad de activos y aumentar el riesgo del negocio, dado que se reducirá su cartera de préstamos operativos en aproximadamente un 25%.
La guerra hipotecaria y el futuro de Sabadell
La reciente guerra hipotecaria en el sector bancario ha añadido un nuevo nivel de complejidad a la situación de Sabadell. Tras el fracaso de la opa de BBVA, el banco ha recibido un apoyo renovado de Bankinter, que ha resaltado la ejecución efectiva de Sabadell durante este periodo de incertidumbre. A pesar de los resultados decepcionantes, los nuevos objetivos a medio plazo y el plan de retorno de capital son vistos con buenos ojos por los analistas.
Según Renta 4, 2026 se perfila como un año de normalización para Banco Sabadell. El enfoque ya no estará en eventos corporativos extraordinarios, sino en la ejecución del negocio habitual, que implica un crecimiento sostenido, la estabilidad del margen de intereses y una estricta disciplina en costos.
Perspectivas para los ingresos y la eficiencia
Los expertos coinciden en que el margen de intereses ha llegado a su punto más bajo y que, a partir de ahora, se espera una recuperación gradual impulsada por el aumento en los volúmenes de negocio. Banco Sabadell se beneficia de su posición en el sector empresarial y de financiación al consumo, lo que podría contrarrestar la normalización de las tasas de interés.
El papel de los dividendos en la estrategia de inversión
Uno de los puntos fuertes que Banco Sabadell mantiene es su capacidad para seguir atrayendo a los inversores a través de dividendos atractivos. Según la guía de carteras de Renta 4 para 2026, el banco se mantiene como una opción a seguir, destacando que los dividendos son una de las principales razones para que los inversores consideren su participación en la entidad.
Además, BBVA ha lanzado un programa de recompra de acciones por 3.960 millones de euros, lo que ha enfriado las expectativas del mercado respecto a la competencia. La estrategia de BBVA, que incluye una serie de recompensas a los accionistas, pone más presión sobre Sabadell para que mantenga su atractivo en el mercado.
A medida que se avanza hacia 2026, la eficiencia operativa se convierte en un aspecto clave para Banco Sabadell. Deutsche Bank ha reconocido el esfuerzo del banco por controlar costos y mejorar su perfil operativo, aunque señala que aún presenta ratios de eficiencia inferiores a los de sus competidores más grandes. El éxito futuro dependerá de la capacidad de Sabadell para aumentar los ingresos de manera sostenida, ya que la mejora de la eficiencia se convierte en un objetivo fundamental.
La travesía de Banco Sabadell hacia 2026 está marcada por la necesidad de adaptarse a un entorno cambiante y de demostrar que puede sobrevivir y prosperar sin TSB. A medida que el banco se centra en su negocio recurrente, la atención se dirige hacia su capacidad de ejecución y su habilidad para mantener a los inversores satisfechos a través de una gestión eficiente y dividendos atractivos.