En la era digital, los bienes digitales han adquirido una relevancia considerable. Estos activos, que exclusivamente existen en el ámbito electrónico, representan información y derechos en el mundo virtual de cada individuo. El abogado especializado en tecnología, Mauricio París, de ECIJA en Costa Rica, destaca la necesidad de considerar estos activos en la planificación patrimonial.
Una de las preguntas que muchos se plantean es: ¿qué ocurre con estos activos si su propietario fallece y no los incluye en su testamento? Esta cuestión plantea un desafío importante, ya que la falta de previsión podría resultar en complicaciones legales y en la pérdida de activos valiosos.
Opciones para la gestión de bienes digitales
Al heredar bienes digitales, existen diversas alternativas. Las opciones más comunes incluyen los testamentos cerrados, los fideicomisos y las plataformas digitales especializadas. Cada una ofrece ventajas y desventajas que es importante evaluar.
Testamentos cerrados
Un testamento cerrado es un documento que contiene las últimas voluntades de una persona y se presenta a un notario. Este tipo de testamento garantiza un alto grado de privacidad, ya que su contenido solo se revela tras el fallecimiento del testador. Sin embargo, puede complicar la identificación y el acceso a los bienes digitales si no se especifican adecuadamente.
Fideicomisos
Por otro lado, un fideicomiso permite gestionar los activos digitales de una manera más flexible. A través de un fideicomisario, los bienes se administran según los deseos del fallecido. Esta opción resulta ideal para quienes desean asegurar que sus activos digitales sean utilizados y distribuidos conforme a su voluntad, aunque puede conllevar costos adicionales y una mayor complejidad administrativa.
Plataformas especializadas
Recientemente, han surgido plataformas digitales diseñadas específicamente para gestionar bienes digitales. Estas herramientas permiten a los usuarios organizar y designar beneficiarios para sus activos virtuales, como cuentas de redes sociales, criptomonedas y otros derechos digitales. Al elegir esta opción, es fundamental asegurarse de que la plataforma sea confiable y cumpla con las regulaciones legales pertinentes.
La elección entre un testamento cerrado, un fideicomiso o una plataforma digital dependerá de las necesidades y circunstancias personales de cada individuo. Se recomienda buscar asesoría legal para determinar la mejor opción que garantice la adecuada transmisión de estos bienes tras el fallecimiento.
Consejos para incluir bienes digitales en testamentos
Para aquellos que deseen incluir bienes digitales en su testamento, es esencial seguir algunos pasos importantes. Primero, es recomendable elaborar una lista exhaustiva de todos los activos digitales que posee, incluyendo cuentas de correo electrónico, redes sociales y cualquier otro tipo de contenido digital.
En segundo lugar, se debe especificar claramente en el testamento cómo se deben manejar estos activos. Esto implica designar beneficiarios específicos y proporcionar instrucciones detalladas sobre cómo acceder a las cuentas y los recursos digitales. La falta de estas indicaciones podría dar lugar a confusiones y disputas entre los herederos.
Finalmente, es crucial mantener el testamento actualizado. A medida que se adquieren nuevos activos digitales o se modifican las cuentas existentes, es fundamental reflejar estos cambios en el documento testamentario para asegurar que la voluntad del fallecido se respete sin inconvenientes.
Una de las preguntas que muchos se plantean es: ¿qué ocurre con estos activos si su propietario fallece y no los incluye en su testamento? Esta cuestión plantea un desafío importante, ya que la falta de previsión podría resultar en complicaciones legales y en la pérdida de activos valiosos.0