La empresa Indra está llevando a cabo una importante reestructuración de su centro de producción en Gijón, adquirido a Duro Felguera este verano. La compañía ha anunciado una inversión de 43 millones de euros destinada a modernizar el espacio y convertirlo en una instalación de vanguardia para la fabricación de vehículos blindados.
Este proyecto busca posicionar a Indra como un referente en el sector a nivel europeo.
Detalles del proyecto de modernización
Según fuentes de la empresa, la planta industrial de Indra abarca un total de 75.000 metros cuadrados, de los cuales 23.000 son superficie cubierta.
Este espacio será renovado para implementar nuevas líneas de fabricación y montaje de diversos tipos de vehículos militares, tanto de cadenas como de ruedas. La estrategia de Indra contempla un crecimiento sostenido de esta planta, con el objetivo de convertirla en un pilar fundamental de la participación de España en futuros programas multinacionales relacionados con el desarrollo de carros de combate de nueva generación.
El proyecto se dividirá en dos fases. Primero, se realizarán las adecuaciones necesarias en las instalaciones existentes, lo que requerirá una inversión de 23 millones de euros. Posteriormente, se adquirirán nuevos equipos especializados para la producción de vehículos militares, con un desembolso adicional de 20 millones de euros.
Con estas acciones, Indra reafirma su compromiso de consolidar en Asturias su capacidad de fabricación de vehículos terrestres con tecnología 100% española a través de su división Indra Land Vehicles.
Impacto en la industria de defensa
Esta iniciativa representa una apuesta significativa por parte de Indra en un sector que demanda cada vez más tecnologías avanzadas.
La modernización de la planta en Gijón no solo responde a las necesidades del mercado actual, sino que también busca anticiparse a las futuras tendencias en la industria de defensa en España y Europa. Se espera que la demanda de vehículos blindados continúe en aumento, impulsada por la necesidad de las fuerzas armadas de contar con equipamiento moderno y eficiente.
La inversión de Indra también refleja una estrategia más amplia dentro del panorama europeo, donde se están gestando programas multinacionales que requieren de capacidades industriales avanzadas. La empresa se posiciona así para ser un actor clave en estos desarrollos, aprovechando su experiencia y capacidad tecnológica.
Conclusiones y perspectivas futuras
La reestructuración de la planta de Indra en Gijón es un paso audaz hacia la modernización de la industria de defensa en España. Con una clara visión de futuro, la compañía no solo busca mejorar su competitividad, sino también contribuir al fortalecimiento de la economía local y la creación de empleo en la región. Esta transformación podría servir como ejemplo para otras empresas del sector que deseen adaptarse a la era de la industria 4.0.
En resumen, la inversión de 43 millones de euros por parte de Indra en Gijón podría marcar un antes y un después en la fabricación de vehículos blindados en Europa, alineándose con las exigencias de un mercado en constante evolución.