La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha tomado decisiones clave que marcan el rumbo de las inversiones en la infraestructura energética en España. Recientemente, la CNMC aprobó varias circulares que establecen nuevas metodologías para la retribución de las actividades relacionadas con el transporte y distribución de energía eléctrica, así como el gas natural.
La tasa de retribución financiera se ha fijado en un 6,58% para el periodo regulatorio que va del 2026 al 2031, lo que se considera uno de los plazos más prolongados en comparación con otros países de la Unión Europea.
Nuevas metodologías para la retribución eléctrica
Una de las circulares más relevantes aprobadas por la CNMC establece la metodología que se utilizará para calcular la retribución de la distribución eléctrica. Este nuevo enfoque busca incorporar mejoras significativas que optimicen la eficiencia de la red, aumenten la calidad del servicio y reduzcan las pérdidas de energía.
Además, se pretende incentivar la electrificación de la economía, alineando así los intereses del sector energético con las políticas de sostenibilidad del Gobierno.
Objetivos de sostenibilidad y eficiencia
La metodología de retribución se ha diseñado para que esté en consonancia con los límites de inversión establecidos por el Gobierno, garantizando que todas las inversiones se retribuyan hasta un 0,13% del Producto Interno Bruto (PIB). Este enfoque no solo busca maximizar el uso de las redes eléctricas, sino también asegurar que los peajes que pagan los consumidores sean económicamente sostenibles en un contexto de descarbonización.
Además, se ha reformulado el mecanismo de sostenibilidad, que ahora se aplicará exclusivamente a las inversiones orientadas a satisfacer la demanda, tal como se detalla en el proyecto de Real Decreto que regula los planes de inversión en redes de transporte y distribución de energía eléctrica, actualmente en tramitación.
Cambio en la tasa de retribución financiera
La CNMC también ha modificado la metodología de la tasa de retribución financiera para las actividades de transporte y distribución de energía eléctrica, así como para la regasificación y transporte de gas natural. Esta modificación implica un aumento de 100 puntos básicos en la tasa de retribución, lo que se traduce en una mayor estabilidad regulatoria y facilita la planificación de inversiones por parte de las empresas del sector.
Impacto en el sector energético
Con esta nueva tasa, que alcanzará el 6,58% en el periodo 2026-2031, se espera reducir la volatilidad en el mercado energético. Sin embargo, esta decisión no ha estado exenta de controversia. Algunos miembros del Consejo de la CNMC han expresado su desacuerdo con la metodología, advirtiendo que las empresas eléctricas podrían reducir sus inversiones si no se ajustan ciertos parámetros que podrían elevar la tasa de retribución financiera a niveles más competitivos, similares a los de otros países europeos.
A pesar de las críticas, la CNMC sostiene que ha seguido un proceso participativo y transparente, con múltiples consultas públicas y reuniones con diversos actores del sector energético, incluyendo a consumidores y empresas. Se han realizado hasta siete consultas públicas y cinco trámites de audiencia pública, lo que demuestra el compromiso del regulador con una toma de decisiones informada y consensuada.
Marco regulatorio en evolución
La reciente aprobación de las circulares por parte de la CNMC representa un paso significativo hacia la modernización de la regulación del sector energético en España. La tasa de retribución del 6,58% ofrecerá un marco más estable para las inversiones, aunque se reconoce que el sector aún enfrenta desafíos en cuanto a la sostenibilidad y la competitividad. La implementación de estas nuevas metodologías tiene el potencial de transformar la forma en que se gestionan y operan las redes eléctricas, promoviendo una mayor eficiencia y calidad en el suministro de energía.