El panorama de la inversión inmobiliaria en España está en constante evolución. Según las proyecciones para 2030, la inversión en promoción inmobiliaria superará los 50.000 millones de euros, un avance notable respecto a los 35.000 millones alcanzados en 2025.
Este crecimiento se debe en gran parte a la creciente participación de la financiación alternativa, que, según el I Observatorio de la financiación del sector promotor, elaborado por Urbanitae y KPMG, ocupará entre el 37% y el 40% del mercado en los próximos años.
Proyecciones de financiación para 2030
Se estima que la financiación alternativa, que incluye tanto equity como deuda, alcanzará entre 18.500 y 20.000 millones de euros hacia 2030. Este aumento de cinco puntos porcentuales respecto al presente indica una reducción de la dependencia de la financiación bancaria, que se espera que disminuya al 51-53% del total.
Esta tendencia refleja una diversificación creciente en las fuentes de capital disponibles para los promotores inmobiliarios.
Impacto del crowdfunding y otras alternativas
Dentro de la financiación alternativa, el crowdfunding se perfila como un método relevante, contribuyendo con aproximadamente 1.000 millones de euros a esta cifra. Según Diego Bestard, CEO de Urbanitae, este tipo de financiación ha crecido a un ritmo superior al 100% anual en algunos casos, demostrando su capacidad de atraer capital y establecerse como un recurso complementario en el ecosistema financiero del sector inmobiliario.
Características del nuevo entorno financiero
El entorno financiero actual refleja una transformación notable. Los promotores no solo dependen de sus aportaciones de capital, sino que también buscan asociaciones con inversores alternativos. La coinversión se ha convertido en una práctica habitual, permitiendo a los promotores colaborar con family offices, plataformas de crowdfunding y fondos de inversión especializados. Estos inversores, cada vez más profesionalizados, ofrecen una flexibilidad crucial para el desarrollo de proyectos.
Condiciones de inversión y expectativas de rentabilidad
Los inversores alternativos tienden a enfocarse en proyectos que ofrecen retornos atractivos en áreas de alta demanda o mercados en expansión. Sin embargo, suelen requerir que el promotor haya realizado un compromiso mínimo de capital y alcanzado ciertos hitos previos, como la obtención de permisos de planificación o la realización de estudios técnicos. Esto es especialmente relevante en un contexto donde los promotores enfrentan regulaciones más estrictas y un control de riesgo crediticio más riguroso.
Las expectativas de rentabilidad para los equity investors suelen situarse entre el 12% y el 15%, significativamente más alto que las condiciones ofrecidas por la financiación bancaria. Esto refleja el mayor riesgo asumido por los inversores alternativos, dispuestos a invertir en fases más tempranas del desarrollo de proyectos, donde la banca puede ser menos activa.
El futuro del sector inmobiliario en España
El crecimiento de la financiación alternativa está alineado con un aumento proyectado en la actividad promotora. Este incremento estará impulsado por un aumento de más de dos millones de habitantes entre 2025 y 2030, así como por una recuperación económica, que incluye la expansión del PIB y la reducción del desempleo. Sin embargo, el sector también enfrenta desafíos significativos, como el aumento en los costos de los materiales y la escasez de mano de obra calificada, lo que podría ejercer presión sobre los precios y la rentabilidad de los proyectos.
A pesar de estos retos, la perspectiva para el sector inmobiliario en España es positiva. La financiación alternativa desempeñará un papel cada vez más importante en el financiamiento de proyectos innovadores y sostenibles. La combinación de un entorno económico favorable y una mayor diversificación en las fuentes de financiación sugiere que el sector está bien posicionado para afrontar los desafíos futuros y capitalizar las oportunidades en el mercado.