En 2019, un innovador proyecto de criptomonedas en El Salvador se propuso crear la primera economía local basada en Bitcoin. Esta iniciativa no solo despertó el interés de las políticas nacionales, sino que también capturó la atención del mundo entero, transformando la vida de muchos jóvenes en la región.
Hoy, el tranquilo pueblo costero de El Zonte, conocido como «Bitcoin Beach», se convierte en un escenario donde los viajeros pueden experimentar este fascinante experimento por sí mismos.
Índice de contenido:
La llegada a Bitcoin Beach
El camino hacia El Zonte es fácil de pasar por alto; es solo un pequeño desvío en una curva, seguido de una angosta calle pavimentada, rodeada de densos arbustos y árboles.
Una señal indica la dirección hacia la playa, a un kilómetro de distancia, donde la arena se sumerge bajo el sol de la tarde, casi vacía. Solo un perro local se refresca en la orilla, mientras un par de surfistas disfrutan de un merecido descanso en tumbonas.
A primera vista, El Zonte no parece el lugar ideal para una revolución financiera. Sin embargo, este aislado pueblo pesquero en la costa del Pacífico de El Salvador, famoso por sus cálidas aguas y potentes olas, se ha convertido en un referente mundial en la adopción de criptomonedas.
Mi llegada estuvo marcada por la curiosidad, pero también por un toque de escepticismo, alimentado por historias sobre una «economía sostenible de Bitcoin». Me preguntaba: ¿realmente podría usar Bitcoin para reservar una habitación de hotel o disfrutar de una deliciosa comida? ¿Sería posible comprar algo tan simple como una botella de agua o una pupusa de maíz recién hecha de un vendedor ambulante?
El funcionamiento de Bitcoin en El Zonte
Pronto, en un bar de playa algo desgastado por el tiempo, descubrí que todo era posible. Cuando intenté pagar dos cervezas con Bitcoin, el bartender no mostró sorpresa. Sin dudarlo, sacó una máquina de pagos, escaneó un código QR y, en un instante, recibí el recibo que confirmaba que el experimento era real, y yo formaba parte de él.
Para los viajeros, esta es una de las principales atracciones de El Zonte. Más allá de las típicas recomendaciones turísticas sobre playas y condiciones de surf, se presenta una oportunidad única para observar cómo los locales navegan por esta experiencia. Desde un punto de vista práctico, aquellos que ya poseen Bitcoin se benefician al evitar la pérdida en conversiones de moneda.
El experimento de Bitcoin en El Zonte comenzó en 2019, liderado por el economista local Mike Peterson y el líder comunitario Roman Martínez. Al principio, Peterson trabajaba con una ONG para ayudar a los jóvenes a alejarse de la violencia de pandillas que azotaba el país. Una donación anónima de Bitcoin encendió la chispa de la idea de crear una economía circular local, donde los jóvenes recibían pago en Bitcoin por limpiar playas y ríos. Con la llegada de la pandemia, el proyecto se expandió para apoyar a toda la comunidad.
Impacto en la comunidad y turismo
Las condiciones en El Salvador eran propicias para este cambio. Como señala Peterson, el país no tenía moneda propia desde que adoptó el dólar estadounidense en 2001, lo que permitió un marco más abierto para el uso de Bitcoin. Además, gran parte de la población seguía sin acceso a servicios bancarios tradicionales. “Introducir una red de pagos que permitiera a la gente acceder a pagos electrónicos por primera vez tenía mucho sentido”, explica.
Uno de los jóvenes que abrazó esta iniciativa es Brian Flores, de 23 años, a quien conocí en la sede del equipo en El Zonte. Desde su ingreso al proyecto, ha pasado a enseñar a la comunidad, especialmente a los más jóvenes, cómo utilizar Bitcoin, agradeciendo al proyecto por abrirle nuevas oportunidades. “Bitcoin Beach cambió mi vida”, me confesó. “Todos mis amigos de la escuela están muertos o en prisión. Vengo de una familia muy pobre, pero cuando Bitcoin llegó a El Zonte, empecé a involucrarme y ver lo que estaba sucediendo.” Ahora ha viajado a Argentina, España y la República Checa como educador, y planea visitar Las Vegas próximamente.
La popularidad de Bitcoin Beach también captó la atención del nuevo presidente Nayib Bukele, quien citó esta iniciativa como inspiración para su decisión de legalizar Bitcoin en 2021, convirtiendo a El Salvador en el primer país del mundo en hacerlo. Así, Bitcoin no solo se aceptaba en El Zonte, sino en todo el país, permitiendo su uso para pagar desde servicios públicos hasta impuestos.
Sin embargo, a principios de 2025, el gobierno revirtió su política de legalización tras presiones del Fondo Monetario Internacional. Aunque este cambio fue controvertido, apenas alteró la vida en El Zonte, donde Bitcoin sigue siendo ampliamente aceptado. Peterson afirma que la iniciativa Bitcoin Beach se está expandiendo a otras partes del país y ha inspirado hasta 100 proyectos similares en todo el mundo.
El legado de Bitcoin Beach
Hoy en día, en El Zonte, la marca Bitcoin es difícil de ignorar. Grandes letreros naranjas con el logotipo de Bitcoin son omnipresentes, y los stickers que indican «Bitcoin aceptado aquí» adornan las ventanas de tiendas, hoteles y restaurantes. “Recibimos muchas solicitudes de pago en Bitcoin”, comentó una camarera en un restaurante de fusión en la playa. “Particularmente durante la temporada alta.”
Mientras tanto, el turismo en El Salvador ha experimentado un auge significativo, con un aumento del 90% en la llegada de turistas internacionales entre principios de 2019 y principios de 2024, según estadísticas de la ONU sobre turismo. Las reformas de Bukele para combatir la delincuencia han sido fundamentales en esta transformación, restaurando la seguridad en el país y ganando reconocimiento internacional como un destino seguro, aunque grupos de derechos humanos han criticado las masivas detenciones.
En última instancia, Bitcoin en El Zonte ofrece una visión de cómo El Salvador intenta redefinirse ante el mundo. Antes de partir, aproveché para hacer una última compra de Bitcoin: una cerveza en la playa al atardecer, escuchando el suave murmullo de las olas mientras el bartender escaneaba mi código QR, completando otra transacción sin problemas.