Las economías emergentes y en desarrollo (MEED) están atravesando un momento complicado. Las tensiones comerciales y la creciente incertidumbre en el panorama global han llevado a una reducción en las proyecciones de crecimiento para 2025. Este artículo examina cómo diferentes regiones del mundo están afrontando este desafío y qué se espera para el futuro.
Índice de contenido:
Crecimiento en Asia oriental y el Pacífico
Las previsiones indican que el crecimiento en Asia oriental y el Pacífico disminuirá al 4,5% en 2025, con una ligera caída a 4,0% en 2026. Esta disminución se debe en parte a la dependencia de la región del comercio internacional, que se ve amenazado por las tensiones existentes.
A medida que las relaciones comerciales se tensan, los países de esta región enfrentan el reto de diversificar sus economías y encontrar nuevas oportunidades de crecimiento.
Perspectivas para Europa y Asia central
En Europa y Asia central, se espera que el crecimiento se desacelere a un 2,4% en 2025.
Sin embargo, las proyecciones sugieren una ligera recuperación, alcanzando un 2,6% en 2026-27. Esta región también siente el impacto de la incertidumbre global, lo que ha llevado a una reevaluación de las políticas económicas. Los países deben enfocarse en fortalecer sus lazos internos y buscar alianzas estratégicas que les permitan estabilizar sus economías.
América Latina y el Caribe: desafíos persistentes
Para América Latina y el Caribe, las expectativas de crecimiento son las más bajas entre las regiones de MEED, con una proyección del 2,3% en 2025. Las altas barreras comerciales y las debilidades estructurales históricas han frenado el desarrollo.
A pesar de esto, hay un potencial significativo en sectores como la tecnología y la sostenibilidad, que podrían impulsar el crecimiento si se manejan adecuadamente.
Oriente Medio y Norte de África
Las proyecciones para Oriente Medio y Norte de África son más optimistas, con un crecimiento esperado del 2,7% en 2025, aumentando a un promedio del 3,9% en 2026-27.
Este crecimiento se ve impulsado por el aumento de la demanda en sectores clave y la mejora de las condiciones políticas en algunos países, lo que permite una mayor inversión y desarrollo.
Situación en Asia meridional
En Asia meridional, se espera una moderación del crecimiento, con proyecciones del 5,8% en 2025, que podrían elevarse a un promedio del 6,2% en 2026-27. La región tiene un gran potencial de crecimiento, especialmente en industrias emergentes, pero debe enfrentar desafíos como la infraestructura inadecuada y la necesidad de reformas económicas.
África subsahariana: un crecimiento positivo
A pesar de los desafíos globales, se prevé que África subsahariana logre un crecimiento del 3,7% en 2025 y un promedio del 4,2% en 2026-27. La riqueza en recursos naturales y las iniciativas en tecnología agrícola son factores que podrían impulsar este crecimiento. Sin embargo, es esencial que los países de la región gestionen sus recursos de manera sostenible para garantizar un futuro próspero.
En resumen, las proyecciones de crecimiento para 2025 muestran un panorama mixto para los mercados emergentes. Si bien algunas regiones desafían la tendencia de desaceleración, todas enfrentan retos significativos que requieren atención y acción inmediata. Las políticas económicas deben adaptarse rápidamente para aprovechar las oportunidades y mitigar los riesgos en un entorno global incierto.