La economía del País Vasco ha mostrado señales de resiliencia en 2025, con un crecimiento proyectado del 2,2% en comparación con el año anterior. Esta expansión se ve impulsada por un aumento notable en el consumo y la inversión, que se espera crezcan en un 3,8%.
A pesar de estos avances, el sector exterior enfrenta desafíos significativos debido a la debilidad del comercio internacional y el impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos. Esta situación plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento a largo plazo.
Las proyecciones para 2026 y 2027 indican una desaceleración en la economía vasca, con incrementos del 1,9% y 1,6% respectivamente.
Sectores destacados en el crecimiento económico
En el análisis de los sectores que impulsan el crecimiento del PIB, la construcción se posiciona como uno de los principales motores, con un aumento proyectado del 3,6% para 2025.
Este crecimiento responde a la ejecución de infraestructuras y a la creciente demanda en el sector residencial. A su vez, los servicios desempeñarán un papel fundamental, con una proyección de crecimiento del 2,8%.
La industria y sus proyecciones
Por otro lado, la industria ha mostrado un crecimiento más moderado, estimándose un incremento de apenas 0,3% para 2025. No obstante, se prevé una leve recuperación, con un aumento del 1% en 2026. Esta perspectiva optimista se recibe con cautela, dado que el sector ha enfrentado desafíos significativos debido a la incertidumbre económica en Europa, especialmente en áreas como la automoción.
Las proyecciones sugieren que el consumo de los hogares se mantendrá dinámico, con un crecimiento estimado del 2,7% en 2025. Este avance se ve favorecido por una mejora en el mercado laboral y una moderación en la inflación. No obstante, se anticipa que este crecimiento se desacelere a 2,1% en 2026.
Impacto en el mercado laboral
Simultáneamente, el mercado laboral de Euskadi se beneficiará de esta evolución económica. Se proyecta la creación de más de 14,000 empleos en 2025, aunque se estima que esta cifra disminuya a 11,000 en 2026. Esta tendencia contribuirá a una reducción de la tasa de desempleo, que se espera que baje al 6,6% en 2025 y al 6,4% en 2026.
La productividad real del trabajo en el País Vasco se proyecta con un crecimiento anual de aproximadamente 0,8%. Este dato sugiere un crecimiento sostenido, aunque moderado, que refleja la capacidad de adaptación de la economía vasca ante las adversidades externas.
Riesgos y desafíos futuros
A pesar de este panorama de crecimiento estable, el contexto internacional plantea varios riesgos. Factores como la política comercial, la estabilidad financiera y la situación geopolítica pueden impactar la trayectoria de crecimiento del País Vasco. No obstante, el Gobierno Vasco sigue implementando políticas dirigidas a fomentar un crecimiento equilibrado y sostenible.
El futuro de la economía vasca se presenta con matices de optimismo, aunque no exento de incertidumbre. Con un mercado laboral fuerte y el dinamismo de sectores como los servicios y la construcción, la región está bien posicionada para afrontar los desafíos futuros. ¿Cómo se logrará un crecimiento estable y equilibrado en este contexto? La clave radicará en mantener la competitividad y adaptarse a las nuevas realidades económicas.