Cellnex, un líder en infraestructuras de telecomunicaciones, atraviesa un periodo crítico en su estrategia financiera. La empresa se encuentra en una encrucijada: mantener su política de remuneración a los accionistas mientras busca conservar su codiciado rating de grado de inversión.
Este desafío es significativo, especialmente para una compañía que ha crecido rápidamente a través de adquisiciones y que enfrenta un alto nivel de endeudamiento.
El análisis de los expertos sobre la situación actual
Según Aidan Cheslin, analista de Bloomberg Intelligence, Cellnex tiene una oportunidad viable para navegar esta situación.
Cheslin señala que «el compromiso de Cellnex de mantener la calificación de grado de inversión y controlar el apalancamiento al tiempo que reinicia la remuneración al accionista es factible». Sin embargo, este objetivo depende de que la empresa cumpla con dos condiciones fundamentales.
La primera condición implica evitar nuevas operaciones corporativas que puedan aumentar su nivel de deuda. La segunda se centra en extraer rentabilidad de las inversiones ya realizadas en infraestructuras de telecomunicaciones, lo que debería traducirse en un crecimiento sostenido del resultado operativo.
Cheslin afirma que «es posible, en la medida en que mantenga la abstinencia en fusiones y adquisiciones y coseche crecimiento de EBITDA a partir del gasto de capital expansivo».
Impacto de la flexibilización en la calificación de deuda
Otro aspecto destacado por Cheslin es la posible relajación del marco de tolerancia al endeudamiento por parte de la agencia de calificación S&P. Esta flexibilidad podría actuar como un catalizador positivo para Cellnex. Según el analista, «la mayor tolerancia de S&P respecto al apalancamiento puede alentar pagos a los accionistas antes de lo esperado, y podría incluso llevar a una mejora de un escalón en su calificación, alcanzando BBB».
En este contexto, el flujo de caja libre de Cellnex se vuelve crucial. Cheslin espera que este flujo se torne ligeramente positivo, lo que reforzaría la capacidad de la empresa para destinar recursos al dividendo sin comprometer su equilibrio financiero. Además, no se descartan nuevas desinversiones, ya que el analista menciona que «el flujo de caja libre debería volverse ligeramente positivo, y es posible que se produzcan más ingresos por ventas de activos».
Una estrategia revisada ante la presión del mercado
La nueva estrategia de Cellnex, que busca alcanzar y mantener una calificación de grado de inversión, responde a las tensiones que han afectado a los mercados de deuda de alto rendimiento en los últimos años. Esta presión obligó a la empresa a adoptar un enfoque más cauteloso. Según Bloomberg, «las desinversiones han ayudado a refinanciar vencimientos recientes y la compañía ha logrado regresar con éxito a los mercados primarios de alta calidad».
Este cambio estratégico ha resultado beneficioso, colocando a Cellnex nuevamente en el radar de los inversores. La inclusión de sus acciones en las carteras modelo de instituciones como Bankinter, junto con los comentarios positivos de entidades como Bank of America y Deutsche Bank, son ejemplos de esta nueva percepción del mercado.
Uno de los factores que ha contribuido a su inclusión en las carteras de Bankinter es la posibilidad de que Cellnex aumente el dividendo o anuncie un plan de recompra de acciones, adicional a la reciente recompra por valor de 800 millones de euros.