«Robo de Bitcoins: China Acusa a EE. UU. de Ser el Autor del Escándalo»

Un ciberataque masivo amenaza las relaciones entre China y Estados Unidos tras el robo de bitcoins.

La reciente acusación de China contra Estados Unidos por un presunto ciberataque ha capturado la atención mundial, especialmente por sus implicaciones en el ámbito de las criptomonedas. En diciembre de 2025, el pool de minería de bitcoins conocido como LuBian sufrió un robo monumental, con la sustracción de aproximadamente 127.000 bitcoins, valorados en más de 13.000 millones de dólares en la actualidad.

Este suceso ha reavivado las tensiones cibernéticas entre ambas naciones, con Beijing señalando a Washington como el arquitecto del ataque.

La agencia de ciberseguridad de China, el Centro Nacional de Respuesta a Emergencias de Virus Informáticos (CVERC), publicó un informe que vincula el robo a un ataque de hackers supuestamente respaldados por el estado estadounidense.

Este ataque, que permaneció en la sombra durante años, ha sido descrito como uno de los más significativos en la historia del bitcoin, lo que ha llevado a un enfrentamiento verbal entre las dos potencias.

Detalles del ciberataque a LuBian

El ataque a LuBian tuvo lugar el 29 de diciembre de 2025, cuando los atacantes explotaron una vulnerabilidad en la generación de números aleatorios del software del pool. Según el análisis forense realizado por CVERC, los hackers lograron vaciar la totalidad de los fondos en cuestión de horas, utilizando transferencias automatizadas. Este nivel de organización y sofisticación sugiere que podría tratarse de una operación estatal.

Las acusaciones de Pekín contra Washington

El informe del CVERC sostiene que el movimiento de los bitcoins robados, que permanecieron inactivos durante casi cuatro años, apunta a una intervención gubernamental, en lugar de un comportamiento típico de hackers que buscan ganancias rápidas. Se establece además una relación con los fondos confiscados por el gobierno de EE. UU. en un caso contra Chen Zhi, presidente del grupo camboyano Prince Group, quien supuestamente poseía los bitcoins en el momento del ataque.

Por su parte, el gobierno estadounidense ha argumentado que los bitcoins confiscados estaban vinculados a actividades ilegales, incluyendo un esquema de lavado de dinero. Sin embargo, Pekín responde que esto es una forma de blanquear los fondos y deslegitimar la acusación. Este intercambio de acusaciones ha intensificado las tensiones entre ambas naciones en el ámbito cibernético.

Implicaciones geopolíticas del robo de bitcoins

El escándalo no solo involucra el robo de criptomonedas, sino que también refleja un contexto más amplio de rivalidades tecnológicas. China ha denunciado repetidos ataques cibernéticos por parte de EE. UU., incluyendo uno relacionado con vulnerabilidades en los servidores de Microsoft Exchange. Este clima de desconfianza ha llevado a un aumento en la vigilancia y las críticas mutuas en el espacio cibernético.

Reacciones y el futuro del caso

En respuesta a las acusaciones, el abogado de Chen Zhi ha solicitado al tribunal más tiempo para rastrear los bitcoins robados, calificando las acusaciones de “profundamente equivocadas”. A pesar de la tensión, la situación sigue evolucionando, y el futuro del caso aún es incierto. La disputa sobre la propiedad de los bitcoins continúa, mientras la comunidad de criptomonedas observa atentamente cómo se desarrollan estos eventos.

Este incidente destaca la creciente importancia de la ciberseguridad y las criptomonedas en las relaciones internacionales, marcando un punto de inflexión en cómo las naciones manejan los activos digitales y sus respectivas políticas de seguridad. A medida que el panorama tecnológico avanza, las implicaciones de este robo y las acusaciones entre China y EE. UU. podrían tener repercusiones duraderas en la forma en que se regula y se percibe la tecnología blockchain.

Scritto da Staff

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