Este jueves, las acciones de Telefónica se desplomaron un 5%, marcando su mayor descenso en dos meses. ¿Qué ha provocado esta caída? La sombra de rumores sobre una posible ampliación de capital que la compañía estaría considerando para financiar su expansión ha generado inquietud entre los inversores.
Esta situación revela la preocupación creciente sobre la capacidad financiera de la empresa, que se enfrenta a una pesada carga de deuda.
¿Qué está pasando con las acciones?
De acuerdo con información reciente, los tres principales accionistas de Telefónica —la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), CriteriaCaixa y el fondo saudí STC— están evaluando la opción de una ampliación de capital.
La agencia de noticias Voz Populi ha reportado que estos accionistas están abiertos a esta posibilidad, especialmente si el presidente de la compañía, Marc Murtra, necesita fondos para adquisiciones o para reducir la deuda.
Los analistas que siguen de cerca a Telefónica no se sienten sorprendidos por esta situación.
Un informe de Deutsche Bank recomienda vender las acciones de la compañía, argumentando que la flexibilidad financiera de Telefónica es limitada debido a su alta relación entre deuda neta y EBITDA. Esto aumenta el riesgo de que una ampliación de capital se vuelva necesaria.
La carga de la deuda en Telefónica
La elevada carga de deuda ha sido un problema recurrente para Telefónica. El anterior presidente, José María Álvarez-Pallete, ya había iniciado un proceso de venta de activos no estratégicos, particularmente en la división de Telefónica Hispam, como una forma de aliviar la presión financiera.
Ahora, bajo el liderazgo de Marc Murtra, quien asumió en enero, el debate sobre el futuro estratégico de la compañía ha cobrado una nueva relevancia.
Murtra sostiene que Telefónica debe desempeñar un papel crucial en la consolidación del sector de telecomunicaciones en Europa.
Pero surge una pregunta clave: ¿cómo financiar estas operaciones con una flexibilidad financiera tan limitada? La calificación de deuda de la compañía se sitúa en ‘BBB-‘, un paso antes de perder el grado de inversión, lo que indica una creciente presión por parte de las agencias de calificación crediticia.
¿Qué implicaría una ampliación de capital?
Los rumores sobre una posible ampliación de capital han generado reacciones negativas entre los inversores, quienes anticipan una posible dilución en el valor de sus acciones. Sin embargo, Murtra podría considerar otras alternativas para reducir el apalancamiento de Telefónica, como la venta de activos. Esta estrategia podría ayudar a evitar una ampliación de capital, que históricamente no ha sido común en el mercado bursátil español para financiar el crecimiento.
Al cierre del segundo semestre, Telefónica reportó una deuda financiera neta sin arrendamientos de 27.609 millones de euros, lo que da como resultado un ratio de apalancamiento de 2.7 veces la deuda sobre EBITDA. Estos números limitan la capacidad de maniobra de la empresa y generan incertidumbre sobre cómo podrá financiar futuras operaciones estratégicas, como la adquisición de la participación de Liberty Global en el joint venture británico VMO2.