BBVA ha realizado un ajuste significativo en su oferta de adquisición de Sabadell, especialmente tras el dividendo de 0,07 euros que este último distribuyó la semana pasada. ¿Qué significa esto para los accionistas? Este movimiento ha sido interpretado como una clara señal de la resistencia del presidente de BBVA, Carlos Torres, a mejorar su propuesta en esta fase final de la operación.
La situación se complica aún más porque el precio actual de las acciones de Sabadell supera en un 10% la oferta de BBVA, dejando a los accionistas en una posición bastante incómoda.
Detalles del ajuste y la oferta
El ajuste que ha anunciado BBVA consiste en ofrecer una acción de nueva emisión junto con un pago en efectivo de 0,70 euros a cambio de 5,5483 acciones de Sabadell.
Este cambio se produce tras la reciente cotización, donde el número de acciones que los accionistas de Sabadell requerían era de 5,3456. Este movimiento, en la fase final del proceso, indica la reluctancia de BBVA a mejorar su oferta, a pesar de la presión de los accionistas que buscan un precio más atractivo.
Expertos del sector, como Alfonso Escárate, han señalado que la postura de BBVA podría estar motivada por el deseo de proteger los intereses de sus propios accionistas. Escárate comenta: “Es lógico que BBVA no quiera subir el precio porque supondría un perjuicio para sus accionistas.
Pero, si no hay prima, es probable que los accionistas de Sabadell no quieran aceptar la oferta.” Esta situación pone en peligro la viabilidad de la operación si BBVA no decide mejorar su propuesta. ¿Conseguirán encontrar un punto medio?
Contexto y reacciones del mercado
El mercado ha reaccionado con escepticismo ante los últimos movimientos de BBVA. Con Sabadell cotizando alrededor de 3,2 euros y BBVA en 15,5 euros, muchos analistas se preguntan si los accionistas de Sabadell aceptarán la oferta sin una prima adicional.
En este contexto, el ajuste del canje parece más una táctica para desincentivar a los accionistas que una estrategia para lograr su aceptación.
Escárate también indica que, aunque un rechazo por parte de los accionistas de Sabadell no significaría el fin del proceso, podría extender la duración de las negociaciones. “BBVA puede volver con una nueva oferta, por lo que el proceso puede alargarse más en el tiempo. Yo creo que no está todo escrito,” añade. La incertidumbre persiste mientras los accionistas esperan una decisión clara de la entidad. ¿Qué pasará en los próximos días?
Próximos pasos y perspectivas
Una vez que BBVA reciba la autorización de los organismos reguladores, el siguiente paso será la aprobación por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que se espera para principios de septiembre. Este será el momento en que se abrirá el periodo de aceptación, que puede oscilar entre 30 y 70 días, lo que significa que el cierre de la operación podría darse entre octubre y noviembre.
A medida que se acerca este plazo, los analistas están atentos a cómo se desarrollará la situación. Algunos expertos sugieren que la reticencia de BBVA a mejorar su oferta podría ser una estrategia para dejar que la opa se diluya sin necesidad de retirarla oficialmente, una maniobra que muchos consideran arriesgada dada la presión del mercado. La incertidumbre sobre la dirección de la opa de BBVA sobre Sabadell continúa siendo un tema de interés en el sector financiero. ¿Qué decisiones tomarán los involucrados en este juego de ajedrez financiero?